La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




Juan 8:18 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Yo soy testigo de mí mismo, y el Padre que me envió también da testimonio de mí.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Yo soy el que doy testimonio de mí mismo, y el Padre que me envió da testimonio de mí.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Yo soy uno de los testigos, y mi Padre, quien me envió, es el otro.

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Yo doy testimonio de mí mismo, y también el Padre que me ha enviado da testimonio de mí.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Yo soy el que doy testimonio de mí mismo, y el Padre que me envió da testimonio de mí.

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Yo doy testimonio de mí mismo, pero también da testimonio de mí el Padre que me ha enviado'.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Yo soy el que doy testimonio de mí mismo; y el Padre que me envió da testimonio de mí.

Ver Capítulo
Otras versiones



Juan 8:18
16 Referencias Cruzadas  

»Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas.


»Yo soy el buen pastor. Conozco a mis ovejas, y ellas me conocen a mí,


Yo soy la puerta. El que entre por esta puerta, que soy yo, será salvo. Se moverá con entera libertad y hallará pastos.


Entonces Jesús le dijo: ―Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá.


―Yo soy el camino, la verdad y la vida —le contestó Jesús—. Nadie llega al Padre sino por mí.


Una vez más Jesús se dirigió a la gente y les dijo: ―Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.


―¿Quién eres tú? —le preguntaron. ―En primer lugar, ¿qué tengo que explicarles? —contestó Jesús—.


Yo hablo de lo que he visto en presencia del Padre. Así también ustedes, hagan lo que del Padre han escuchado.


Les aseguro que el que cumple mi palabra nunca morirá.


Jesús les dijo: ―Les aseguro que, antes de que Abraham naciera, ¡yo soy!


Dios también nos confirmó su validez por medio de hechos asombrosos, maravillas, muchos milagros y habilidades dadas por el Espíritu Santo según su voluntad.