¡Les digo que no! De la misma manera, todos ustedes morirán, a menos que se arrepientan.
Juan 8:11 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) ―Nadie, Señor. Jesús le dijo: ―Tampoco yo te condeno. Ahora vete y no vuelvas a pecar. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más. Biblia Nueva Traducción Viviente —Ni uno, Señor —dijo ella. —Yo tampoco —le dijo Jesús—. Vete y no peques más. ---------- Biblia Católica (Latinoamericana) Ella contestó: 'Ninguno, señor. Y Jesús le dijo: 'Tampoco yo te condeno. Vete y en adelante no vuelvas a pecar. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ella respondió: 'Nadie, Señor'. Díjole Jesús: 'Pues tampoco yo te condeno; vete, y desde ahora en adelante no peques más'.] Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más. |
¡Les digo que no! De la misma manera, todos ustedes morirán, a menos que se arrepientan.
¡Les digo que no! De la misma manera, todos ustedes morirán, a menos que se arrepientan».
Les digo que así mismo se alegran los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente.
Pero teníamos que hacer fiesta y alegrarnos, porque este hermano tuyo estaba como muerto, pero ahora ha vuelto a la vida. Se había perdido, pero ya lo hemos encontrado”».
Les digo que así es también en el cielo: habrá más alegría por un solo pecador que se arrepienta que por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentirse.
―Mi reino no es de este mundo —contestó Jesús—. Si lo fuera, mis propios guardias pelearían para impedir que los judíos me arrestaran. Pero mi reino no es de este mundo.
Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él.
Después de esto, Jesús lo encontró en el Templo y le dijo: ―Mira, ya has quedado sano. No vuelvas a pecar, no sea que te ocurra algo peor.
No reconoces que Dios es bueno, que tiene paciencia y soporta tu mala conducta. Él está buscando que te arrepientas, pero desprecias su gran bondad.
A mí no me toca señalar el pecado de la gente que no es de la iglesia. Ustedes, en cambio, deben señalar el pecado de la gente de la iglesia.
Tengan presente que la paciencia de nuestro Señor significa salvación. Esto es lo que también les escribió Pablo, nuestro querido hermano en la fe. Dios le dio sabiduría para explicarles todo eso.