Juan 7:30 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Entonces quisieron arrestarlo, pero nadie lo hizo porque aún no había llegado su hora. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Entonces procuraban prenderle; pero ninguno le echó mano, porque aún no había llegado su hora. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces los líderes trataron de arrestarlo, pero nadie le puso las manos encima, porque aún no había llegado su momento. Biblia Católica (Latinoamericana) Los judíos hubieran querido llevarlo preso, pero nadie le puso las manos encima porque todavía no había llegado su hora. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces procuraban prenderlo, pero nadie pudo echarle mano, porque aún no había llegado su hora. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Querían, pues, prenderlo; pero nadie le echó mano, porque todavía no había llegado su hora. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces procuraban prenderle; pero ninguno puso mano sobre Él, porque aún no había llegado su hora. |
Buscaban la manera de arrestarlo, pero temían a la gente, porque esta lo consideraba un profeta.
Los jefes de los sacerdotes y los maestros de la Ley lo oyeron y comenzaron a buscar la manera de matarlo, pues le temían, ya que toda la gente se maravillaba de sus enseñanzas.
Los maestros de la Ley y los jefes de los sacerdotes se dieron cuenta de que la parábola iba dirigida contra ellos. Así que buscaron la manera de arrestarlo en aquel mismo momento, pero temían al pueblo.
Todos los días estaba con ustedes en el Templo, y no se atrevieron a ponerme las manos encima. Pero ya ha llegado la hora de ustedes, cuando reinan las tinieblas.
Por su parte, los jefes de los sacerdotes y los fariseos habían dado la orden de que, si alguien sabía dónde estaba Jesús, debía denunciarlo para arrestarlo.
¿No les ha dado Moisés la Ley a ustedes? Sin embargo, ninguno de ustedes la cumple. ¿Por qué tratan entonces de matarme?
Los fariseos oyeron a la gente que murmuraba estas cosas acerca de él. Entonces, junto con los jefes de los sacerdotes, mandaron unos guardias del Templo para arrestarlo.
Por eso Jesús les dijo: ―Para ustedes cualquier tiempo es bueno, pero el tiempo mío aún no ha llegado.
Suban ustedes a la fiesta. Yo no voy todavía a esta fiesta porque mi tiempo aún no ha llegado.
Estas palabras las dijo Jesús mientras enseñaba en el Templo, en el lugar donde se depositaban las ofrendas. Pero nadie lo arrestó, porque aún no había llegado su tiempo.
Yo sé que ustedes son descendientes de Abraham. Sin embargo, procuran matarme porque no está en sus planes aceptar mi palabra.
Entonces los judíos tomaron piedras para arrojárselas. Pero Jesús se escondió y salió del Templo sin que lo vieran.
Mientras sea de día, tenemos que llevar a cabo la obra del que me envió. Viene la noche cuando nadie puede trabajar.