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Juan 7:3 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Entonces los hermanos de Jesús le dijeron: ―Deberías salir de aquí e ir a Judea, para que tus discípulos vean las obras que haces.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

y le dijeron sus hermanos: Sal de aquí, y vete a Judea, para que también tus discípulos vean las obras que haces.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

y sus hermanos le dijeron: —¡Sal de aquí y vete a Judea, donde tus seguidores puedan ver tus milagros!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Sus hermanos le dijeron: 'No te quedes aquí, vete a Judea para que tus discípulos de allí vean las obras que realizas.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Entonces le dijeron sus hermanos: Sal de aquí y vete a Judea, para que también tus discípulos vean las obras que haces;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Dijéronle sus hermanos: 'Márchate de aquí y vete a Judea, para que también tus discípulos vean las obras que tú haces;

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Entonces sus hermanos le dijeron: Sal de aquí, y vete a Judea, para que también tus discípulos vean las obras que haces.

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Otras versiones



Juan 7:3
17 Referencias Cruzadas  

Mientras Jesús le hablaba a la gente, se presentaron su madre y sus hermanos. Se quedaron afuera y deseaban hablar con él.


Sus parientes se enteraron de esto. Entonces fueron a hacerse cargo de él, porque decían: «Se ha vuelto loco».


En eso llegaron la madre y los hermanos de Jesús. Se quedaron afuera y enviaron a alguien a llamarlo,


La madre y los hermanos de Jesús fueron a verlo, pero, como había mucha gente, no lograban acercársele.


―Tu madre y tus hermanos están afuera y quieren verte —le avisaron.


También habían sido invitados a la boda Jesús y sus discípulos.


Al escucharlo, muchos de sus discípulos dijeron: «Esta enseñanza es muy difícil; ¿quién puede aceptarla?».


Desde entonces muchos de sus discípulos le volvieron la espalda y ya no andaban con él.


Sin embargo, después de que sus hermanos se fueron a la fiesta, fue también él, no públicamente, sino en secreto.


Nadie que quiera darse a conocer actúa en secreto. Ya que haces estas cosas, deja que el mundo te conozca.


Lo cierto es que ni siquiera sus hermanos creían en él.


Pedro se puso de pie junto con los demás apóstoles. Entonces, con fuerte voz, dijo: «Compatriotas judíos y todos ustedes que están en Jerusalén. Déjenme explicarles lo que sucede. Presten atención a lo que les voy a decir.