»El ojo es la lámpara del cuerpo. Por tanto, si tu visión es clara, todo tu ser disfrutará de la luz.
Juan 7:17 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) El que esté dispuesto a hacer la voluntad de Dios reconocerá si mi enseñanza proviene de Dios o si yo hablo por mi propia cuenta. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta. Biblia Nueva Traducción Viviente Todo el que quiera hacer la voluntad de Dios sabrá si lo que enseño proviene de Dios o solo hablo por mi propia cuenta. Biblia Católica (Latinoamericana) El que haga la voluntad de Dios conocerá si mi doctrina viene de él o si hablo por mi propia cuenta. La Biblia Textual 3a Edicion Si alguno quiere hacer su voluntad,° conocerá la doctrina, si es de Dios, o si Yo hablo de mí mismo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El que quiera cumplir la voluntad de él conocerá si mi doctrina es de Dios o si yo hablo por mi cuenta. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Si alguno quiere hacer su voluntad, conocerá de la doctrina, si es de Dios, o si yo hablo de mí mismo. |
»El ojo es la lámpara del cuerpo. Por tanto, si tu visión es clara, todo tu ser disfrutará de la luz.
Pero la parte que cayó en buen terreno son los que oyen la palabra con corazón noble y bueno, y la retienen. Y, como no dejan de creer en ella, producen una buena cosecha.
En cambio, el que practica la verdad se acerca a la luz, para que se vea claramente que ha hecho sus obras en obediencia a Dios».
¿Por qué no entienden mi modo de hablar? Porque no pueden aceptar mi palabra.
Ustedes son de su padre, el diablo, cuyos deseos quieren cumplir. Desde el principio este ha sido un asesino. Nunca dice la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando miente, expresa su propia naturaleza, porque es un mentiroso. ¡Es el padre de la mentira!
El que es de Dios escucha lo que Dios dice. Pero ustedes no escuchan, porque no son de Dios.
Estos judíos eran más estudiosos que los de Tesalónica. Así que recibieron el mensaje con mucho interés. Todos los días examinaban las Escrituras para ver si era verdad lo que se les anunciaba.