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Juan 6:68 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

―Señor —contestó Simón Pedro—, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Simón Pedro le contestó: —Señor, ¿a quién iríamos? Tú tienes las palabras que dan vida eterna.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Pedro le contestó: 'Señor, ¿a quién iríamos? Tú tienes palabras de vida eterna.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tienes palabras de vida eterna,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Simón Pedro le respondió: 'Señor, ¿a quién vamos a ir? ¡Tú tienes palabras de vida eterna!

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y Simón Pedro le respondió: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes las palabras de vida eterna.

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Otras versiones



Juan 6:68
17 Referencias Cruzadas  

»Les aseguro que el que oye mi palabra y cree al que me envió tiene vida eterna. No será juzgado, sino que ha pasado de la muerte a la vida.


De hecho, en ningún otro hay salvación. No hay bajo el cielo otro nombre dado a las personas mediante el cual podamos ser salvos».


«Vayan —les dijo—, preséntense en el Templo y comuniquen al pueblo todo este mensaje de vida».


Este mismo Moisés estuvo en la asamblea en el desierto, con el ángel que le habló en el monte Sinaí, y con nuestros antepasados. Fue también él quien recibió palabras de vida para comunicárnoslas a nosotros.


El Espíritu da vida; la carne no vale para nada. Las palabras que les he hablado son espíritu y son vida.


―Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente —afirmó Simón Pedro.


Porque la voluntad de mi Padre es que todo el que ve al Hijo y crea en él tenga vida eterna; y yo lo resucitaré en el día final.


Les he entregado las palabras que me diste, y ellos las aceptaron. Saben con certeza que salí de ti y han creído que tú me enviaste.


―Y ustedes, ¿qué dicen?, ¿quién soy yo? ―Tú eres el Cristo —afirmó Pedro.


Y él les preguntó: ―Y ustedes, ¿qué dicen?, ¿quién soy yo? ―El Cristo de Dios —afirmó Pedro.


Yo no he hablado por mi propia cuenta. El Padre que me envió me ordenó qué decir y cómo decirlo.


Y sé muy bien que su mandato es vida eterna. Así que todo lo que digo es lo que el Padre me ha ordenado decir».


»Amigos israelitas, descendientes de Abraham, pongan atención. Y ustedes también, los no judíos que respetan a Dios, escuchen: a nosotros se nos ha enviado este mensaje de salvación.