Al ver esto, los fariseos y los maestros de la Ley se pusieron a murmurar: «Este hombre recibe a los pecadores y come con ellos».
Juan 6:41 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Entonces los judíos comenzaron a murmurar contra él, porque dijo: «Yo soy el pan que bajó del cielo». Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Murmuraban entonces de él los judíos, porque había dicho: Yo soy el pan que descendió del cielo. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces la gente comenzó a murmurar en desacuerdo, porque él había dicho: «Yo soy el pan que descendió del cielo». Biblia Católica (Latinoamericana) Los judíos murmuraban porque Jesús había dicho: 'Yo soy el pan que ha bajado del cielo. La Biblia Textual 3a Edicion Los judíos murmuraban entonces acerca de Él, porque había dicho: Yo soy el pan que descendió del cielo, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Los judíos comenzaron a murmurar de él porque había dicho: 'Yo soy el pan bajado del cielo'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y murmuraban de Él los judíos, porque dijo: Yo soy el pan que descendió del cielo. |
Al ver esto, los fariseos y los maestros de la Ley se pusieron a murmurar: «Este hombre recibe a los pecadores y come con ellos».
Al ver esto, todos empezaron a murmurar: «Ha ido a hospedarse con un pecador».
Pero los fariseos y los maestros de la Ley, que eran de un mismo grupo, criticaban a los discípulos de Jesús: ―¿Por qué comen y beben ustedes con cobradores de impuestos y con pecadores?
Este es el testimonio de Juan cuando los judíos de Jerusalén enviaron sacerdotes y levitas a preguntarle quién era.
Este es el pan que bajó del cielo. Los antepasados de ustedes comieron maná y murieron, pero el que come de este pan vivirá para siempre.
Al escucharlo, muchos de sus discípulos dijeron: «Esta enseñanza es muy difícil; ¿quién puede aceptarla?».
Desde entonces muchos de sus discípulos le volvieron la espalda y ya no andaban con él.
Entre la gente corrían muchos rumores acerca de él. Unos decían: «Es una buena persona». Otros decían: «No, él engaña a la gente».
No se quejen contra Dios, como lo hicieron algunos y murieron a manos del ángel destructor.
Estos individuos no hacen nada más que criticar y quejarse por todo. Se dejan controlar por sus malos deseos. Hablan con orgullo y les dicen cosas bonitas a los demás para aprovecharse de ellos.