»¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que se te envían! ¡Cuántas veces quise reunir a tus hijos, como reúne la gallina a sus pollitos debajo de sus alas, pero no quisiste!
Juan 5:34 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Y no es que acepte yo el testimonio de un hombre. Si lo menciono es para que ustedes sean salvos. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Pero yo no recibo testimonio de hombre alguno; mas digo esto, para que vosotros seáis salvos. Biblia Nueva Traducción Viviente Por supuesto, no necesito testigos humanos, pero digo estas cosas para que ustedes sean salvos. Biblia Católica (Latinoamericana) Yo les recuerdo esto para bien de ustedes, para que se salven, porque personalmente yo no me hago recomendar por hombres. La Biblia Textual 3a Edicion Pero Yo no recibo el testimonio de parte de un hombre, pero digo esto para que vosotros seáis salvos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 No es que yo pretenda obtener de un hombre testimonio en mi favor; si os lo recuerdo, es para que os salvéis. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero yo no recibo el testimonio de hombre; pero digo esto para que vosotros seáis salvos. |
»¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que se te envían! ¡Cuántas veces quise reunir a tus hijos, como reúne la gallina a sus pollitos debajo de sus alas, pero no quisiste!
Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.
En su nombre se predicarán el arrepentimiento y el perdón de pecados a todas las naciones, comenzando por Jerusalén.
Pero estas se han escrito para que ustedes crean que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios. Así, al creer en su nombre tienen vida.
Otro es el que testifica en mi favor, y me consta que es válido el testimonio que él da de mí.
―Si yo me alabo a mí mismo —les respondió Jesús—, mi alabanza no significa nada. Pero quien me honra es mi Padre, el que ustedes dicen que es su Dios,
Hermanos en la fe, el deseo de mi corazón, y mi oración a Dios por los israelitas, es que lleguen a ser salvos.
En cambio, respecto de Israel, dice: «Todo el día le abrí mis brazos a un pueblo desobediente y rebelde».
Es cierto que algunos judíos no confiaron en el mensaje, pero su falta de confianza no significa que Dios no es digno de confianza.
Entre los débiles en la fe vivo como ellos, para que estos crean. Me hice todo para todos, para salvar a algunos por todos los medios posibles.
Ten cuidado de tu conducta y de tu enseñanza. Si no dejas de hacerlo, te salvarás a ti mismo y a los que te escuchen.
Aceptamos el testimonio de la gente, pero el testimonio de Dios vale mucho más. Y vale más porque el testimonio que Dios da es acerca de su Hijo.