Pues he bajado del cielo no para hacer mi voluntad, sino la del que me envió.
Juan 4:34 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) ―Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y terminar su obra —les dijo Jesús—. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces Jesús explicó: —Mi alimento consiste en hacer la voluntad de Dios, quien me envió, y en terminar su obra. Biblia Católica (Latinoamericana) Jesús les dijo: 'Mi alimento es hacer la voluntad de aquel que me ha enviado y llevar a cabo su obra. La Biblia Textual 3a Edicion Les dice Jesús: Mi comida es que Yo haga la voluntad del que me envió y termine su obra. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Jesús les responde: 'Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y llevar a término su obra. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra. |
Pues he bajado del cielo no para hacer mi voluntad, sino la del que me envió.
Yo no puedo hacer nada por mi propia cuenta, solo juzgo según lo que oigo. Y mi juicio es justo, pues no busco hacer mi propia voluntad. Busco cumplir la voluntad del que me envió.
Yo te he dado la gloria en la tierra y he llevado a cabo la obra que me encomendaste.
Al probar Jesús el vinagre, dijo: ―Todo se ha cumplido. Luego inclinó la cabeza y murió.
Yendo un poco más allá, se arrodilló, se inclinó hasta tocar el suelo con su rostro, y oró: «Padre mío, si es posible, no me hagas beber este trago amargo. Pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres tú».
»El testimonio con que yo cuento tiene más peso que el de Juan. Las cosas que el Padre me ha encomendado que lleve a cabo, las estoy haciendo. Y son estas mismas acciones las que testifican que el Padre me ha enviado.
Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.
Fijemos la mirada en la meta, que es Jesús, quien nos dio y perfeccionó nuestra fe. Él, por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, sin importarle la vergüenza que ella significaba. Y ahora está sentado en el sitio de más honor, al lado derecho del trono de Dios.
Les digo que así mismo se alegran los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente.
Con mi ejemplo les he mostrado que es necesario trabajar duro para ayudar a los necesitados. Recuerden las palabras del Señor Jesús: “Hay más gozo en dar que en recibir”».
―Hagámoslo como te digo, pues nos conviene cumplir con lo que es justo —le contestó Jesús. Entonces Juan aceptó.
―¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que tengo que estar ocupado en los asuntos de mi Padre?
El que me envió está conmigo. No me ha dejado solo, porque siempre hago lo que le agrada.
Después de esto, como Jesús sabía que ya todo había terminado, y para que se cumpliera la Escritura, dijo: ―Tengo sed.