Pues, donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos».
Juan 4:21 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Jesús le contestó: ―Créeme, mujer, que se acerca la hora en que ni en este monte ni en Jerusalén adorarán ustedes al Padre. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Jesús le dijo: Mujer, créeme, que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre. Biblia Nueva Traducción Viviente Jesús le contestó: —Créeme, querida mujer, que se acerca el tiempo en que no tendrá importancia si se adora al Padre en este monte o en Jerusalén. Biblia Católica (Latinoamericana) Jesús le dijo: 'Créeme, mujer: Llega la hora en que ustedes adorarán al Padre, pero ya no será 'en este cerro' o 'en Jerusalén'. La Biblia Textual 3a Edicion Jesús le dice: Mujer, créeme que viene una hora cuando ni en este monte ni en Jerusalem adoraréis al Padre. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Contéstale Jesús: 'Créeme, mujer; llega la hora en que ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Jesús le dijo: Mujer, créeme que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre. |
Pues, donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos».
Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones. Bautícenlos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Caerán a filo de espada y los llevarán presos a todas las naciones. Los que no son judíos pisotearán Jerusalén, hasta que se cumplan los tiempos señalados para ellos.
―Yo soy el camino, la verdad y la vida —le contestó Jesús—. Nadie llega al Padre sino por mí.
Los expulsarán de las sinagogas. Y hasta viene el día en que cualquiera que los mate pensará que le está prestando un servicio a Dios.
Miren que la hora viene, y ya está aquí, en que ustedes serán dispersados. Cada uno se irá a su propia casa y a mí me dejarán solo. Sin embargo, solo no estoy, porque el Padre está conmigo.
Pero se acerca la hora, y esa hora ha llegado ya. Es la hora en la que los verdaderos adoradores rendirán culto al Padre en espíritu y en verdad. Pues así quiere el Padre que sean los que lo adoran.
Les aseguro que ya viene la hora, y ha llegado ya, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios. Y los que la oigan vivirán.
»No se asombren de esto. Pues viene la hora en que todos los que están en las tumbas oirán su voz
Le hemos oído decir que ese Jesús de Nazaret destruirá este lugar y cambiará las tradiciones que nos dejó Moisés».
Pues gracias a lo que él hizo podemos acercarnos al Padre por medio de un mismo Espíritu.
Quiero, pues, que en todas partes los hombres oren, levantando las manos al cielo con un corazón sincero, sin enojos ni peleas.
Ustedes llaman Padre al Dios que juzga por igual las acciones de cada uno. Por eso deben ser humildes y obedientes mientras vivan en este mundo como si fueran extranjeros.
No vi ningún templo en la ciudad, porque el Señor Dios Todopoderoso y el Cordero son su templo.