La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




Juan 3:6 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Lo que nace del cuerpo es cuerpo; lo que nace del Espíritu es espíritu.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

El ser humano solo puede reproducir la vida humana, pero la vida espiritual nace del Espíritu Santo.

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Lo que nace de la carne es carne, y lo que nace del Espíritu es espíritu.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Lo que ha nacido de la carne, carne es; y lo que ha nacido del Espíritu, espíritu es.

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Lo nacido de la carne, carne es; y lo nacido del Espíritu, espíritu es.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Lo que es nacido de la carne, carne es, y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.

Ver Capítulo
Otras versiones



Juan 3:6
25 Referencias Cruzadas  

Estos no nacen de padres humanos. No son producto del deseo ni de la voluntad humana. Nacen de Dios.


No te sorprendas de que te haya dicho: “Tienen que nacer de nuevo”.


Yo sé que soy un ser humano pecador, que lo malo me domina. Aunque deseo hacer lo bueno, no soy capaz de hacerlo.


¡Gracias doy a Dios, porque él me ha liberado por medio de Jesucristo nuestro Señor! En conclusión, yo sé que debo obedecer la Ley de Dios, pero soy un débil pecador que vive obedeciendo la ley del pecado.


Antes nos dominaba el deseo de hacer lo malo, y la Ley despertaba aún más esos malos deseos en nuestro cuerpo. Vivíamos para hacer el mal y eso solo producía muerte.


Porque, si ustedes viven controlados por el pecado, morirán para siempre. Pero, si por medio del Espíritu dan muerte a los malos deseos del cuerpo, vivirán para siempre.


Pero el que se une espiritualmente al Señor se hace uno con él.


Por lo tanto, si alguno está unido a Cristo, es una nueva creación. ¡Nuestra vieja manera de vivir quedó en el pasado, ahora somos nuevas personas!


Los que son de Cristo Jesús han hecho morir en la cruz sus malos deseos por el pecado.


En ese tiempo todos nosotros también vivíamos haciendo lo mismo. Nos dejábamos llevar por nuestros malos deseos, haciendo lo que queríamos y siguiendo nuestras propias ideas. Al igual que los demás, hacíamos enojar a Dios y merecíamos su castigo.


La circuncisión marcaba a los judíos como parte del pueblo de Dios. Pues gracias Cristo, ustedes recibieron una circuncisión espiritual, no hecha por mano humana. Es decir, Cristo quitó de sus cuerpos el deseo de seguir pecando.


Ningún hijo de Dios puede seguir pecando, porque la vida de Dios permanece en él. Así que un hijo de Dios no puede seguir pecando.