La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




Juan 3:23 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

También Juan estaba bautizando en Enón, cerca de Salín, porque allí había mucha agua. Así que la gente iba para ser bautizada.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Juan bautizaba también en Enón, junto a Salim, porque había allí muchas aguas; y venían, y eran bautizados.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

En ese tiempo, Juan el Bautista bautizaba en Enón, cerca de Salim, porque allí había mucha agua; y la gente iba a él para ser bautizada.

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Juan también estaba bautizando en Ainón, cerca de Salín, porque allí había mucha agua; la gente venía y se hacía bautizar.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

También Juan estaba bautizando en Enón, cerca de Salim, pues había allí muchas aguas, y acudían, y eran bautizados,

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

También Juan seguía bautizando en Enón, cerca de Salín, porque había allí aguas abundantes y la gente acudía para bautizarse;

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y también Juan bautizaba en Enón, junto a Salim, porque allí había mucha agua; y venían, y eran bautizados.

Ver Capítulo
Otras versiones



Juan 3:23
13 Referencias Cruzadas  

Muchos venían a Juan para que los bautizara. ―¡Nido de víboras! —les dijo—. ¿Quién les dijo que huyeran del castigo que se acerca?


Después de esto Jesús fue con sus discípulos a la región de Judea. Allí pasó algún tiempo con ellos, y bautizaba.


Esto sucedió antes de que encarcelaran a Juan.


Sus pies brillaban como el bronce que está al rojo vivo en un horno. Su voz era tan fuerte como el estruendo de una catarata.


Oí un sonido que venía del cielo. Era como el estruendo de una catarata y el retumbar de un gran trueno. El sonido se parecía al de músicos tocando sus arpas.


Después oí las voces de una inmensa cantidad de personas. Era como el ruido de muchas aguas y como el retumbar de potentes truenos. Las voces decían: «¡Aleluya! Ya ha comenzado a reinar el Señor, nuestro Dios Todopoderoso.