Y los que estaban en la barca lo adoraron diciendo: ―Verdaderamente tú eres el Hijo de Dios.
Juan 20:28 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) ―¡Señor mío y Dios mío! —dijo Tomás. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío! Biblia Nueva Traducción Viviente —¡Mi Señor y mi Dios! —exclamó Tomás. Biblia Católica (Latinoamericana) Tomás exclamó: 'Tú eres mi Señor y mi Dios. La Biblia Textual 3a Edicion Respondió Tomás y le dijo: ¡Señor mío y Dios mío! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Tomás le respondió: '¡Señor mío y Dios mío!'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Tomás respondió, y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío! |
Y los que estaban en la barca lo adoraron diciendo: ―Verdaderamente tú eres el Hijo de Dios.
Ellos, entonces, lo adoraron y luego regresaron a Jerusalén con gran alegría.
En el principio ya existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios.
―María —le dijo Jesús. Ella se volvió y dijo: ―¡Raboni! —que en hebreo significa: Maestro.
Luego le dijo a Tomás: ―Pon tu dedo aquí y mira mis manos. Acerca tu mano y métela en mi costado. Y no seas incrédulo, sino hombre de fe.
―Porque me has visto, has creído —le dijo Jesús—. Dichosos los que no han visto y sin embargo creen.
Pero estas se han escrito para que ustedes crean que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios. Así, al creer en su nombre tienen vida.
Así lo hizo para que todos honren al Hijo como lo honran a él. El que se niega a honrar al Hijo no honra al Padre que lo envió.
No hay duda de que son grandes las verdades de nuestra fe: Cristo se presentó como hombre; fue declarado justo por el Espíritu, visto por los ángeles, y anunciado entre las naciones. El mundo ha creído en él, y Dios lo recibió con gloria.