Seis días después, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a Juan, el hermano de Santiago, y los llevó aparte, a una montaña alta.
Juan 20:26 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Una semana más tarde estaban los discípulos de nuevo en la casa, y Tomás estaba con ellos. Aunque las puertas estaban cerradas, Jesús entró y, poniéndose en medio de ellos, los saludó. ―¡La paz sea con ustedes! Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Llegó Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros. Biblia Nueva Traducción Viviente Ocho días después, los discípulos estaban juntos de nuevo, y esa vez Tomás se encontraba con ellos. Las puertas estaban bien cerradas; pero de pronto, igual que antes, Jesús estaba de pie en medio de ellos y dijo: «La paz sea con ustedes». Biblia Católica (Latinoamericana) Ocho días después, los discípulos de Jesús estaban otra vez en casa, y Tomás con ellos. Estando las puertas cerradas, Jesús vino y se puso en medio de ellos. Les dijo: 'La paz esté con ustedes. La Biblia Textual 3a Edicion Y ocho días después, otra vez estaban sus discípulos dentro, y Tomás con ellos. Viene Jesús, estando cerradas las puertas, y puesto en el medio, dijo: Paz a vosotros. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y Tomás con ellos. Estando bien cerradas las puertas, llega Jesús, se pone delante y les dice: 'Paz a vosotros'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Entonces vino Jesús, estando las puertas cerradas, y poniéndose en medio, dijo: Paz a vosotros. |
Seis días después, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a Juan, el hermano de Santiago, y los llevó aparte, a una montaña alta.
Por último se apareció Jesús a los once mientras comían. Los reprendió por su falta de fe y por negarse a creer a los que lo habían visto resucitado.
Todavía estaban ellos hablando acerca de esto cuando Jesús mismo se puso en medio de ellos y les dijo: ―¡La paz sea con ustedes!
Unos ocho días después de decir esto, Jesús, acompañado de Pedro, Juan y Santiago, subió a una montaña a orar.
Entonces Tomás, apodado el Gemelo, dijo a los otros discípulos: ―Vayamos también nosotros, para morir con él.
La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden.
Al atardecer de aquel primer día de la semana, los discípulos estaban reunidos a puerta cerrada, pues tenían miedo de los judíos. Jesús entró y, poniéndose en medio de ellos, los saludó: ―¡La paz sea con ustedes!
―¡La paz sea con ustedes! —repitió Jesús—. Como el Padre me envió a mí, así yo los envío a ustedes.
Después de esto Jesús se apareció de nuevo a sus discípulos, junto al lago de Tiberíades. Sucedió así:
Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a sus discípulos después de haber resucitado.
Después de sufrir la muerte, se les presentó y les dio muchas pruebas convincentes de que estaba vivo. Durante cuarenta días se les apareció y les habló acerca del reino de Dios.