“Cien barriles de aceite”, le contestó él. El administrador le dijo: “Toma tu factura, siéntate en seguida y escribe cincuenta”.
Juan 2:6 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Había allí seis vasijas de piedra, de las que usan los judíos en sus ceremonias de purificación. En cada una cabían unos cien litros. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y estaban allí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la purificación de los judíos, en cada una de las cuales cabían dos o tres cántaros. Biblia Nueva Traducción Viviente Cerca de allí había seis tinajas de piedra, que se usaban para el lavado ceremonial de los judíos. Cada tinaja tenía una capacidad de entre setenta y cinco a ciento trece litros. Biblia Católica (Latinoamericana) Había allí seis recipientes de piedra, de los que usan los judíos para sus purificaciones, de unos cien litros de capacidad cada uno. La Biblia Textual 3a Edicion Y había allí seis tinajas pétreas asentadas° conforme a la purificación° de los judíos, cada una con capacidad de dos o tres metretas.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Había allí seis tinajas de piedra dispuestas para las purificaciones de los judíos, de dos o tres medidas cada una. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y estaban allí seis tinajas de piedra para agua, conforme a la purificación de los judíos, y en cada una cabían dos o tres cántaros. |
“Cien barriles de aceite”, le contestó él. El administrador le dijo: “Toma tu factura, siéntate en seguida y escribe cincuenta”.
Jesús dijo a los sirvientes: ―Llenen de agua las vasijas. Y los sirvientes las llenaron hasta el borde.
Hubo entonces una discusión entre los discípulos de Juan y un judío acerca de las ceremonias de purificación.
Dio su vida para hacerla santa. Él la limpió de toda maldad por medio de su mensaje y del bautismo.
Acerquémonos entonces a Dios con corazón sincero y con la completa seguridad que da la fe. Cristo nos ha limpiado de pecado, como quien es bañado con agua pura. Por eso, acerquémonos con una conciencia tranquila.
Dejemos ya la enseñanza sobre bautismos, el poner las manos sobre otros, la resurrección de los muertos y el juicio eterno.
Solo se trata de reglas externas relacionadas con alimentos, bebidas y muchas ceremonias de purificación. Esas reglas eran válidas solo hasta el tiempo señalado por Dios para cambiarlo todo.
Primero, Moisés dio a conocer todos los mandamientos de la Ley a todo el pueblo. Después tomó en sus manos la sangre de los toros y de los chivos junto con agua, lana roja y ramas de hisopo. Luego la roció sobre el libro de la Ley y sobre todo el pueblo