Pero Jesús se quedó callado. Así que el sumo sacerdote insistió: ―Te ordeno en el nombre del Dios viviente que nos digas si eres el Cristo, el Hijo de Dios.
Juan 19:9 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Así que entró de nuevo en el palacio y le preguntó a Jesús: ―¿De dónde eres tú? Pero Jesús no le contestó nada. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y entró otra vez en el pretorio, y dijo a Jesús: ¿De dónde eres tú? Mas Jesús no le dio respuesta. Biblia Nueva Traducción Viviente Llevó a Jesús de nuevo a la residencia oficial y le preguntó: «¿De dónde eres?». Pero Jesús no le dio ninguna respuesta. Biblia Católica (Latinoamericana) Volvió a entrar en el palacio y preguntó a Jesús: '¿De dónde eres tú?' Pero Jesús no le contestó palabra. La Biblia Textual 3a Edicion Y entró otra vez en el pretorio, y dice a Jesús: ¿De dónde eres tú? Pero Jesús no le dio respuesta. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y entrando otra vez en el pretorio, le dice a Jesús: '¿De dónde eres tú?'. Pero Jesús no le dio respuesta alguna. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y entró otra vez en el pretorio, y dijo a Jesús: ¿De dónde eres tú? Pero Jesús no le dio respuesta. |
Pero Jesús se quedó callado. Así que el sumo sacerdote insistió: ―Te ordeno en el nombre del Dios viviente que nos digas si eres el Cristo, el Hijo de Dios.
Los soldados del gobernador llevaron a Jesús al palacio y reunieron a toda la tropa alrededor de él.
Luego los judíos llevaron a Jesús de la casa de Caifás al palacio del gobernador romano. Como ya amanecía, los judíos no entraron en el palacio, pues de hacerlo se contaminarían ritualmente y no podrían comer la Pascua.
Pilato volvió a entrar en el palacio y llamó a Jesús. ―¿Eres tú el rey de los judíos? —le preguntó.
―¿Eso lo dices tú —le respondió Jesús—, o es que otros te han hablado de mí?
―¡Así que eres rey! —le dijo Pilato. Jesús le contestó: ―Yo soy rey, tal como tú lo has dicho. Yo para esto nací, y para esto vine al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo el que está de parte de la verdad escucha mi voz.
―¿Te niegas a hablarme? —le dijo Pilato—. ¿No te das cuenta de que tengo poder para ponerte en libertad o para mandar que te crucifiquen?
―Aunque yo sea mi propio testigo —contestó Jesús—, mi testimonio es válido, porque yo sé de dónde he venido y a dónde voy. Pero ustedes no saben de dónde vengo ni a dónde voy.
No tengan miedo de sus enemigos, porque esa valentía les mostrará a ellos que van a ser destruidos. Pero a ustedes les mostrará que son salvos gracias a Dios.