Y de inmediato dijo a la turba: ―¿Acaso soy un bandido, para que vengan con espadas y palos a arrestarme? Todos los días me sentaba a enseñar en el Templo, y no me arrestaron.
Juan 18:40 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) ―¡No, no suelte a ese; suelte a Barrabás! —volvieron a gritar con todas sus fuerzas. Y Barrabás era un rebelde. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Entonces todos dieron voces de nuevo, diciendo: No a este, sino a Barrabás. Y Barrabás era ladrón. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero ellos contestaron a gritos: —¡No!, a ese hombre, no. ¡Queremos a Barrabás! (Barrabás era un insurgente). Biblia Católica (Latinoamericana) Ellos empezaron a gritar: '¡A ése no! Suelta a Barrabás. Barrabás era un bandido. La Biblia Textual 3a Edicion Gritaron entonces otra vez, diciendo: ¡No a éste, sino a Barrabás! Y Barrabás era un bandido. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ellos gritaron nuevamente: 'A éste, no, sino a Barrabás'. Este Barrabás era un ladrón. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces todos dieron voces otra vez, diciendo: No a Éste, sino a Barrabás. Y Barrabás era ladrón. |
Y de inmediato dijo a la turba: ―¿Acaso soy un bandido, para que vengan con espadas y palos a arrestarme? Todos los días me sentaba a enseñar en el Templo, y no me arrestaron.
Entonces soltó a Barrabás; pero a Jesús lo mandó azotar y lo entregó para que lo crucificaran.
Como quería satisfacer a la gente, Pilato soltó a Barrabás; pero a Jesús lo mandó azotar y lo entregó para que lo crucificaran.
Y resulta que un hombre llamado Barrabás estaba encarcelado con los rebeldes condenados por haber cometido homicidio en una rebelión.
Soltó al hombre que le pedían. Echó fuera de la cárcel al que era culpable de rebeldía y homicidio. Luego, dejó que hicieran con Jesús lo que quisieran.