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Juan 15:10 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Si obedecen mis mandamientos, permanecerán en mi amor. Yo he obedecido los mandamientos de mi Padre, por eso permanezco en su amor.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Cuando obedecen mis mandamientos, permanecen en mi amor, así como yo obedezco los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Si cumplen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, como yo he cumplido los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Si guardáis° mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; como Yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Si guardáis mis mandamientos permaneceréis en mi amor, lo mismo que yo siempre he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; como también yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.

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Otras versiones



Juan 15:10
28 Referencias Cruzadas  

Nadie me la arrebata, sino que yo la entrego por mi propia voluntad. Tengo autoridad para entregarla, y tengo también autoridad para volver a recibirla. Este es el mandamiento que recibí de mi Padre».


Yo no he hablado por mi propia cuenta. El Padre que me envió me ordenó qué decir y cómo decirlo.


»Si ustedes me aman, obedecerán mis mandamientos.


¿Quién es el que me ama? El que hace suyos mis mandamientos y los obedece. Y al que me ama, mi Padre lo amará. Y yo también lo amaré y me mostraré a él».


Le contestó Jesús: ―El que me ama obedecerá mi palabra. Mi Padre lo amará, y vendremos a él, y haremos nuestra morada en él.


Pero el mundo tiene que saber que amo al Padre, y que hago exactamente lo que él me ha ordenado que haga. »¡Levántense, vámonos de aquí!


Yo te he dado la gloria en la tierra y he llevado a cabo la obra que me encomendaste.


―Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y terminar su obra —les dijo Jesús—.


El que me envió está conmigo. No me ha dejado solo, porque siempre hago lo que le agrada.


aunque no lo conocen. Yo, en cambio, sí lo conozco. Si dijera que no lo conozco, sería tan mentiroso como ustedes. Pero lo conozco y cumplo su palabra.


Para nada cuenta estar o no estar circuncidado. Lo que importa es cumplir los mandatos de Dios.


Por lo demás, hermanos en la fe, les rogamos, en el nombre del Señor Jesús, que sigan mejorando su manera de vivir. Así harán lo que agrada a Dios, tal como lo aprendieron de nosotros. De hecho, ya lo están haciendo.


Nos convenía tener un sumo sacerdote así: santo, sin maldad, sin pecado, apartado de los pecadores y a quien se le ha dado el honor más alto en cielo.


Hubiera sido mejor que ellos no conocieran la correcta manera de vivir. Sí, eso sería mejor que dejar de hacer lo correcto después de haber conocido el santo mandamiento que se les dio.


La prueba de que conocemos a Dios es que obedecemos sus mandamientos.


En cambio, el que obedece sus mandamientos demuestra que ama a Dios y puede estar seguro de que es amigo de Dios.


Porque el que dice que es su amigo debe vivir como Jesús vivió.


En esto consiste el amor a Dios: en que obedezcamos sus mandamientos. Y estos no son difíciles de cumplir,


»Dichosos los que dejan de vivir en pecado, pues tendrán derecho al árbol de la vida. Ellos podrán entrar por las puertas de la ciudad.