―Toda planta que mi Padre celestial no haya plantado será arrancada de raíz —les respondió—.
Juan 15:1 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) »Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Biblia Nueva Traducción Viviente »Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Biblia Católica (Latinoamericana) Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el labrador. La Biblia Textual 3a Edicion Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador. Biblia Serafín de Ausejo 1975 'Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el viñador. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. |
―Toda planta que mi Padre celestial no haya plantado será arrancada de raíz —les respondió—.
»Así mismo el reino de los cielos se parece a un propietario que salió de madrugada a contratar obreros para su viñedo.
»Escuchen otra parábola: Había un propietario que plantó un viñedo. Lo cercó, cavó un lugar para exprimir las uvas y construyó una torre de vigilancia. Luego, alquiló el viñedo a unos labradores y se fue de viaje.
Entonces comenzó Jesús a hablarles en parábolas: «Un hombre plantó un viñedo. Lo cercó, cavó un lugar para exprimir las uvas y construyó una torre de vigilancia. Luego alquiló el viñedo a unos labradores y se fue de viaje.
Entonces les contó esta parábola: «Un hombre tenía una higuera plantada en su viñedo, pero, cuando fue a buscar fruto en ella, no encontró nada.
La Ley fue dada por medio de Moisés, pero el amor inmerecido de Dios y la verdad nos han llegado por medio de Jesucristo.
Esa luz verdadera, la que alumbra a todas las personas, venía a este mundo.
Toda rama que en mí no da fruto, la corta. Pero toda rama que da fruto la poda, para que dé más fruto todavía.
―Les aseguro que no fue Moisés el que les dio a ustedes el pan del cielo —afirmó Jesús—. El que da el verdadero pan del cielo es mi Padre.
Israel es como un árbol de olivo, y es verdad que algunas de sus ramas fueron cortadas. Ustedes, los no judíos, son como ramas de otro árbol. Son de un olivo silvestre, pero han sido injertados en el árbol que es Israel. Ahora la savia nutritiva de la raíz del olivo corre en ustedes, es decir, ahora tienen vida.
En efecto, nosotros somos ayudantes al servicio de Dios. Y ustedes son como un campo sembrado que pertenece a Dios. Ustedes son como un edificio construido por él.
Sin embargo, esto que les escribo es un mandamiento nuevo. Y la verdad que transmite este nuevo mandamiento se puede ver tanto en la vida de Cristo como en la de ustedes. Todos la pueden ver porque la oscuridad ya va desapareciendo y ahora brilla la luz verdadera.