Jesús les respondió: ―Ya se lo he dicho a ustedes, y no lo creen. Las obras que hago en nombre de mi Padre son las que me acreditan.
Juan 14:11 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Créanme cuando les digo que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí. Si no, al menos créanme por las obras mismas. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras. Biblia Nueva Traducción Viviente Solo crean que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí; o al menos crean por las obras que me han visto hacer. Biblia Católica (Latinoamericana) Yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Créanme en esto; o si no, créanlo por las obras mismas. La Biblia Textual 3a Edicion Creedme que Yo estoy en el Padre, y el Padre en mí; y si no, creed° a causa de las obras mismas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Al menos, creedlo por las obras mismas'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras. |
Jesús les respondió: ―Ya se lo he dicho a ustedes, y no lo creen. Las obras que hago en nombre de mi Padre son las que me acreditan.
pero Jesús les dijo: ―Yo les he mostrado muchas buenas obras que vienen del Padre. ¿Por cuál de ellas me quieren apedrear?
Pero, si las hago, aunque no me crean a mí, crean a mis obras. Así sabrán y entenderán que el Padre está en mí y que yo estoy en el Padre.
¿Acaso no crees que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí? Las palabras que yo les hablo, no las hablo como cosa mía. El Padre, que está en mí, es el que hace sus obras.
En aquel día ustedes sabrán que yo estoy en mi Padre, y ustedes en mí, y yo en ustedes.
»El testimonio con que yo cuento tiene más peso que el de Juan. Las cosas que el Padre me ha encomendado que lleve a cabo, las estoy haciendo. Y son estas mismas acciones las que testifican que el Padre me ha enviado.
»Israelitas, escuchen esto: Jesús de Nazaret fue un hombre aprobado por Dios ante ustedes con milagros, señales y maravillas. Todo esto lo hizo Dios entre ustedes por medio de él, como bien lo saben.
Dios también nos confirmó su validez por medio de hechos asombrosos, maravillas, muchos milagros y habilidades dadas por el Espíritu Santo según su voluntad.