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Juan 13:31 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Cuando Judas salió, Jesús dijo: ―Ahora es cuando el Hijo del hombre recibe gloria y, por medio de él, Dios también recibe gloria.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Entonces, cuando hubo salido, dijo Jesús: Ahora es glorificado el Hijo del Hombre, y Dios es glorificado en él.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

En cuanto Judas salió del lugar, Jesús dijo: «Ha llegado el momento para que el Hijo del Hombre entre en su gloria y, por causa de él, Dios será glorificado.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Cuando Judas salió, Jesús dijo: 'Ahora es glorificado el Hijo del Hombre y Dios es glorificado en él.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Cuando hubo salido, dijo° Jesús: ¡Ahora es° glorificado el Hijo del Hombre, y Dios es° glorificado en Él!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Cuando Judas se fue, dijo Jesús: 'Ahora ha sido glorificado el Hijo del hombre, y Dios en él.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Entonces, cuando él hubo salido, Jesús dijo: Ahora es glorificado el Hijo del Hombre, y Dios es glorificado en Él.

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Otras versiones



Juan 13:31
27 Referencias Cruzadas  

―Las zorras tienen cuevas y las aves tienen nidos —le respondió Jesús—. Pero el Hijo del hombre no tiene dónde recostar la cabeza.


Pero tengo que pasar por la prueba de un bautismo, y ¡cuánta angustia siento hasta que se cumpla!


Cuando Jesús oyó esto, dijo: «Esta enfermedad no terminará en muerte, sino que es para la gloria de Dios. Por medio de ella, el Hijo de Dios recibirá honra».


―Ha llegado la hora de que el Hijo del hombre reciba la gloria —les contestó Jesús—.


¡Padre, da gloria a tu nombre!». Se oyó entonces, desde el cielo, una voz que decía: «Ya le di gloria, y volveré a darle gloria».


Cualquier cosa que ustedes pidan en mi nombre, yo la haré. Así, por medio del Hijo, el Padre recibirá gloria.


Él me dará la gloria porque tomará de lo mío y se lo dará a conocer a ustedes.


Con esto se refería al Espíritu que habrían de recibir más tarde los que creyeran en él. Hasta ese momento el Espíritu no había sido dado, porque Jesús aún no había entrado en su gloria.


»Por tanto, sépalo bien todo Israel que a este Jesús, a quien ustedes crucificaron, Dios lo ha hecho Señor y Cristo».


El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros antepasados, ha dado la gloria a su siervo Jesús. Ustedes lo entregaron y lo rechazaron ante Pilato, aunque este había decidido soltarlo.


Así que a todos nosotros nos han quitado la barrera y hemos entendido. Por eso nuestro rostro es como un espejo que refleja la gloria del Señor. Pues el Señor y el Espíritu son uno mismo, y nos van cambiando cada vez más. De ese modo, cada vez nos parecemos más y más al Señor y reflejamos más de su gloria.


Lo decidió así para que nosotros, los que ya hemos puesto nuestra confianza en Cristo, alabemos su gran poder.


Lo hizo para mostrar en el futuro que su amor por nosotros es incomparablemente grande. Ese amor quedó demostrado en lo que Cristo Jesús hizo por nosotros. No merecíamos tanto amor y bondad.


Y todo esto es para que la sabiduría de Dios, en todas sus formas, se dé a conocer ahora. La dará a conocer por medio de la iglesia a los ángeles y espíritus que gobiernan en el reino espiritual con poder y autoridad.


y todos confiesen que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.


Por medio de él ustedes creen en Dios, que lo resucitó y le dio gloria. Es por eso que la fe de ustedes y su confianza están puestas en Dios.


Mantengan una conducta ejemplar entre los que no creen en Dios. Así, cuando los acusen de hacer el mal, ellos verán todo lo bueno que ustedes hacen y alabarán a Dios el día que él venga a juzgar a todos.


El que habla, hágalo como quien habla de parte de Dios mismo; el que presta algún servicio, hágalo con el poder que Dios le da. Así Dios será en todo alabado por medio de Jesucristo, a quien sea la gloria y el poder para siempre. Amén.