»Resulta que murió el mendigo, y los ángeles se lo llevaron para que estuviera al lado de Abraham. También murió el rico, y lo enterraron.
Juan 13:23 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Uno de ellos, el discípulo a quien Jesús amaba, estaba a su lado. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y uno de sus discípulos, al cual Jesús amaba, estaba recostado al lado de Jesús. Biblia Nueva Traducción Viviente El discípulo a quien Jesús amaba estaba sentado a la mesa a su lado. Biblia Católica (Latinoamericana) Uno de sus discípulos, el que Jesús amaba, estaba recostado junto a él en la mesa, La Biblia Textual 3a Edicion Uno de sus discípulos (al cual Jesús amaba), estaba reclinado en el pecho de Jesús; Biblia Serafín de Ausejo 1975 Uno de sus discípulos, aquel a quien Jesús amaba, estaba recostado a la mesa junto al pecho de Jesús. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y uno de sus discípulos, al cual Jesús amaba, estaba recostado en el pecho de Jesús. |
»Resulta que murió el mendigo, y los ángeles se lo llevaron para que estuviera al lado de Abraham. También murió el rico, y lo enterraron.
A Dios nadie lo ha visto nunca. El Hijo único, que es Dios, nos lo ha dado a conocer, pues vive en unión íntima con el Padre.
Las dos hermanas mandaron a decirle a Jesús: «Señor, tu amigo querido está enfermo».
Simón Pedro le hizo señas a ese discípulo y le dijo: ―Pregúntale a quién se refiere.
Cuando Jesús vio a su madre, y a su lado al discípulo a quien él amaba, dijo a su madre: ―Mujer, ahí tienes a tu hijo.
Así que fue corriendo a ver a Simón Pedro y al otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo: ―¡Se han llevado de la tumba al Señor, y no sabemos dónde lo han puesto!
Al volverse, Pedro vio que los seguía el discípulo a quien Jesús amaba. El mismo que en la cena se había reclinado sobre Jesús y le había dicho: «Señor, ¿quién es el que va a traicionarte?».
Este es el discípulo que da testimonio de estas cosas y las escribió. Y estamos convencidos de que su testimonio es verídico.
―¡Es el Señor! —dijo a Pedro el discípulo a quien Jesús amaba. Tan pronto como Simón Pedro le oyó decir: «Es el Señor», se puso la ropa, pues estaba semidesnudo, y se tiró al agua.