La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




Juan 13:20 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Les aseguro que el que recibe al que yo envío me recibe a mí. Y el que me recibe a mí recibe al que me envió».

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

De cierto, de cierto os digo: El que recibe al que yo enviare, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Les digo la verdad, todo el que recibe a mi mensajero me recibe a mí, y el que me recibe a mí recibe al Padre, quien me envió.

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

En verdad les digo: el que reciba al que yo envíe, a mí me recibe, y el que me reciba a mí, recibe al que me ha enviado.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

En verdad, en verdad os digo: El que recibe al que Yo envíe, me recibe a mí, y el que me recibe a mí, recibe al que me envió.°

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

De verdad os lo aseguro: el que reciba al que yo envíe, a mí me recibe; y el que a mí me recibe, recibe al que me ha enviado'.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

De cierto, de cierto os digo: El que recibe al que yo enviare, a mí me recibe; y el que a mí recibe, recibe al que me envió.

Ver Capítulo
Otras versiones



Juan 13:20
9 Referencias Cruzadas  

El Rey les responderá: “Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos, aun por el menos importante, lo hicieron por mí”.


―El que recibe en mi nombre a un niño como este me recibe a mí. Y el que me recibe a mí no solo me recibe a mí, sino al que me envió.


»El que los escucha a ustedes me escucha a mí. El que los rechaza a ustedes me rechaza a mí. Y el que me rechaza a mí rechaza al que me envió».


―El que recibe en mi nombre a este niño —les dijo—, me recibe a mí. Y el que me recibe a mí recibe al que me envió. El que es menos importante entre todos ustedes, ese es el más importante.


Y, aunque eso representó un problema para ustedes, no me rechazaron ni me trataron mal. Al contrario, me recibieron como a un ángel de Dios, como si se tratara de Cristo Jesús.


Por eso, ya que recibieron a Cristo Jesús como su Señor, vivan ahora obedeciéndolo.


Por tanto, el que rechaza estas instrucciones no rechaza a un hombre, sino a Dios, quien les da a ustedes su Espíritu Santo.