Juan 13:18 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) »No me refiero a todos ustedes; yo sé a quiénes he elegido. Pero esto es para que se cumpla la Escritura: “El que comparte el pan conmigo me ha puesto la zancadilla”. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 No hablo de todos vosotros; yo sé a quienes he elegido; mas para que se cumpla la Escritura: El que come pan conmigo, levantó contra mí su calcañar. Biblia Nueva Traducción Viviente »No les digo estas cosas a todos ustedes; yo conozco a los que he elegido. Pero es para que se cumpla la Escritura que dice: “El que come de mi comida se ha puesto en mi contra” . Biblia Católica (Latinoamericana) No me refiero a todos ustedes, pues conozco a los que he escogido, y tiene que cumplirse lo que dice la Escritura: El que compartía mi pan se ha levantado contra mí. La Biblia Textual 3a Edicion No lo digo de todos vosotros, Yo sé a quiénes he elegido, pero para que se cumpla la Escritura: El que come de mi° pan levantó contra mí su calcañar.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 No lo digo por todos vosotros pues sé bien a quiénes escogí. Pero cúmplase la Escritura: El que come el pan conmigo, ha levantado su calcañal contra mí. Biblia Reina Valera Gómez (2023) No hablo de todos vosotros; yo conozco a los que he escogido; mas para que se cumpla la Escritura: El que come pan conmigo, levantó contra mí su calcañar. |
Mientras comían, les dijo: ―Les aseguro que uno de ustedes me va a traicionar.
―El que moja el pan en el plato conmigo es el que me va a traicionar —respondió Jesús—.
Mientras estaban sentados a la mesa comiendo, dijo: ―Les aseguro que uno de ustedes, que está comiendo conmigo, me va a traicionar.
Pero sepan que la mano del que va a traicionarme está con la mía, sobre la mesa.
Dicho esto, Jesús se angustió profundamente y declaró: ―Les aseguro que uno de ustedes me va a traicionar.
Los discípulos se miraban unos a otros sin saber a cuál de ellos se refería.
―Aquel a quien yo le dé este pedazo de pan que voy a mojar en el plato —le contestó Jesús. Acto seguido, mojó el pedazo de pan y se lo dio a Judas Iscariote, hijo de Simón.
No me eligieron ustedes a mí, sino que yo los elegí a ustedes. Y les encargué que vayan y den mucho fruto, un fruto que permanezca. Así el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre.
Si fueran del mundo, el mundo los amaría como a los suyos. Pero ustedes no son del mundo, sino que yo los he elegido de entre el mundo. Por eso el mundo los aborrece.
Pero esto sucede para que se cumpla lo que está escrito en la Ley de ellos: “Me odiaron sin motivo”.
Mientras estaba con ellos, los cuidaba y los protegía mediante el nombre que me diste. Y ninguno se perdió sino aquel que eligió perderse, a fin de que se cumpliera la Escritura.
Esto sucedió para que se cumpliera lo que Jesús había dicho sobre la clase de muerte que iba a sufrir.
―No la dividamos —se dijeron unos a otros—. Echemos suertes para ver a quién le toca. Y así lo hicieron los soldados. Esto sucedió para que se cumpliera la Escritura que dice: «Se repartieron entre ellos mi ropa, y sobre ella echaron suertes».
Estas cosas sucedieron para que se cumpliera la Escritura: «No le quebrarán ningún hueso».
Por tercera vez Jesús le preguntó: ―Simón, hijo de Juan, ¿me quieres? A Pedro le dolió que por tercera vez Jesús le hubiera preguntado: «¿Me quieres?». Así que le dijo: ―Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero. ―Apacienta mis ovejas —le dijo Jesús—.
―¿No los he elegido yo a ustedes doce? —repuso Jesús—. Sin embargo, uno de ustedes es un diablo.
«Hermanos en la fe, tenía que cumplirse lo indicado en la Escritura. Por medio de David, el Espíritu Santo había revelado lo que haría Judas, quien sirvió de guía a los que arrestaron a Jesús.
hasta el día en que fue llevado al cielo. Antes de esto, dio instrucciones por medio del Espíritu Santo a los apóstoles que había elegido.
Nosotros no hablamos de nosotros mismos, sino de Jesucristo, y lo presentamos como el Señor. Somos tan solo servidores de ustedes porque obedecemos a Jesús.
Ninguna cosa creada escapa a la vista de Dios. Todo está al descubierto, expuesto a los ojos de aquel a quien hemos de rendir cuentas.
A los hijos de esa mujer los heriré de muerte. Así sabrán todas las iglesias que yo soy el que conoce a fondo la mente y el corazón. A cada uno de ustedes lo trataré de acuerdo con sus acciones.