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Juan 11:44 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

El que estaba muerto salió. Tenía las vendas en las manos y en los pies, y el rostro cubierto con un paño. ―Quítenle las vendas y dejen que se vaya —les dijo Jesús.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadle, y dejadle ir.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Y el muerto salió de la tumba con las manos y los pies envueltos con vendas de entierro y la cabeza enrollada en un lienzo. Jesús les dijo: «¡Quítenle las vendas y déjenlo ir!».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Y salió el muerto. Tenía las manos y los pies atados con vendas y la cabeza cubierta con un velo. Jesús les dijo: 'Desátenlo y déjenlo caminar.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y el que había muerto salió, atados los pies y las manos con vendas. Y su rostro había sido envuelto en un sudario. Jesús les dice: ¡Desatadlo y dejadlo ir!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Salió el muerto, con los pies y las manos atadas con vendas, y con el rostro envuelto en un sudario. Díceles Jesús: 'Desatadlo y dejadle que camine'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas; y su rostro estaba envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadle, y dejadle ir.

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Otras versiones



Juan 11:44
20 Referencias Cruzadas  

Él dio órdenes estrictas de que nadie se enterara de lo ocurrido. Luego les mandó que le dieran de comer a la niña.


»Llegó otro siervo y dijo: “Señor, aquí tiene su dinero; lo he tenido guardado, envuelto en un pañuelo.


El muerto se levantó y comenzó a hablar, y Jesús se lo entregó a su madre.


―Quiten la piedra —ordenó Jesús. Marta, la hermana del difunto, respondió: ―Señor, ya debe oler mal, pues lleva cuatro días allí.


Dicho esto, gritó con todas sus fuerzas: ―¡Lázaro, sal fuera!


Ambos tomaron el cuerpo de Jesús y lo envolvieron con paños y especias aromáticas. Lo hicieron conforme a la costumbre judía de enterrar.


Inclinándose, se asomó y vio allí las vendas, pero no entró.


y el paño que había cubierto la cabeza de Jesús. Pero el paño no estaba con las vendas, sino enrollado en un lugar aparte.


Porque así como el Padre resucita a los muertos y les da vida, así también el Hijo da vida a quienes él quiere.


Les aseguro que ya viene la hora, y ha llegado ya, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios. Y los que la oigan vivirán.


Él transformará nuestros débiles cuerpos para que sean como su cuerpo glorioso. Nos transformará por medio del poder con que controla todas las cosas.


y el que vive. Estuve muerto, pero ahora vivo por los siglos de los siglos. Yo tengo poder sobre la muerte y el infierno.