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Juan 11:33 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Jesús vio que María y los judíos que la acompañaban estaban llorando. Esto lo puso muy triste, y lo conmovió profundamente.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Jesús entonces, al verla llorando, y a los judíos que la acompañaban, también llorando, se estremeció en espíritu y se conmovió,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Cuando Jesús la vio llorando y vio a la gente lamentándose con ella, se enojó en su interior y se conmovió profundamente.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Al ver Jesús el llanto de María y de todos los judíos que estaban con ella, su espíritu se conmovió profundamente y se turbó.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Jesús entonces, cuando la vio llorando, y a los judíos que habían llegado con ella, se conmovió profundamente en su espíritu, y se turbó,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Jesús, al ver que ella lloraba y que también lloraban los judíos que habían venido con ella, se estremeció profundamente y se conmovió.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Jesús entonces, al verla llorando, y a los judíos que habían venido con ella, también llorando, se conmovió en espíritu y se turbó,

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Otras versiones



Juan 11:33
15 Referencias Cruzadas  

Jesús se les quedó mirando. Estaba enojado y entristecido por su falta de compasión, y le dijo al hombre: ―Extiende la mano. Así que la extendió, y la mano le quedó curada.


―¡Ah, gente incrédula! —respondió Jesús—. ¿Hasta cuándo tendré que estar con ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? Tráiganme al muchacho.


Muchos judíos habían ido a casa de Marta y de María a darles el pésame por la muerte de su hermano.


En la casa estaban los judíos que habían ido a darle el pésame a María. Al verla levantarse y salir de prisa, la siguieron, pues pensaban que iba a la tumba a llorar.


―¿Dónde lo han puesto? —preguntó. ―Ven a verlo, Señor —le respondieron.


Conmovido una vez más, Jesús se acercó a la tumba. Era una cueva cuya entrada estaba tapada con una piedra.


»Ahora todo mi ser está angustiado. ¿Y acaso, por eso, voy a decir: “Padre, sálvame de esta hora difícil”? ¡Si precisamente para afrontarla he venido!


Dicho esto, Jesús se angustió profundamente y declaró: ―Les aseguro que uno de ustedes me va a traicionar.


Alégrense con los que están alegres; lloren con los que lloran.


Pues no tenemos un sumo sacerdote incapaz de entender nuestras debilidades. Al contrario, contamos con uno que ha sido tentado en todo de la misma manera que nosotros, pero él nunca pecó.