»Yo los bautizo a ustedes con agua en señal de arrepentimiento. Pero el que viene después de mí es más poderoso que yo, y ni siquiera merezco llevarle las sandalias. Él los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego.
Juan 1:27 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) y que viene después de mí. Yo no soy digno ni siquiera de desatarle la correa de las sandalias. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Este es el que viene después de mí, el que es antes de mí, del cual yo no soy digno de desatar la correa del calzado. Biblia Nueva Traducción Viviente Aunque su servicio viene después del mío, yo ni siquiera soy digno de ser su esclavo, ni de desatar las correas de sus sandalias. Biblia Católica (Latinoamericana) y aunque viene detrás de mí, yo no soy digno de soltarle la correa de su sandalia. La Biblia Textual 3a Edicion el que viene después de mí,° de quien no soy digno de desatar la correa de su sandalia. Biblia Serafín de Ausejo 1975 el que viene detrás de mí, a quien yo no soy digno de desatarle la correa de la sandalia'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Él es el que viniendo después de mí, es antes de mí; del cual yo no soy digno de desatar la correa del calzado. |
»Yo los bautizo a ustedes con agua en señal de arrepentimiento. Pero el que viene después de mí es más poderoso que yo, y ni siquiera merezco llevarle las sandalias. Él los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego.
Predicaba de esta manera: «Después de mí viene uno más poderoso que yo. Ante él, ni siquiera merezco agacharme para desatar la correa de sus sandalias.
―Yo los bautizo a ustedes con agua —les dijo Juan a todos—. Pero está por llegar uno más poderoso que yo, a quien ni siquiera merezco desatarle la correa de sus sandalias. Él los bautizará con el Espíritu Santo y fuego.
Juan dio testimonio de él y a voz en cuello proclamó: «Este es aquel de quien yo decía: “El que viene después de mí es superior a mí, porque existía antes que yo”».
De este hablaba yo cuando dije: “Después de mí viene un hombre que es superior a mí, porque existía antes que yo”.
Mucha gente llegaba hasta él y decía: «Aunque Juan nunca hizo ninguna señal milagrosa, todo lo que dijo acerca de este hombre era verdad».
Cuando estaba completando su carrera, Juan decía: “¿Quién suponen ustedes que soy? No soy aquel. Miren, después de mí viene uno a quien no soy digno ni siquiera de desatarle las sandalias”.
Pablo les explicó: ―El bautismo de Juan no era más que un bautismo de arrepentimiento. Él le decía al pueblo que creyera en el que venía después de él, es decir, en Jesús.