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Juan 1:1 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

En el principio ya existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

En el principio la Palabra ya existía. La Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

En el principio era la Palabra, y la Palabra estaba ante Dios, y la Palabra era Dios.

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La Biblia Textual 3a Edicion

En un principio° era° el Logos,° y el Logos estaba ante° Dios, y Dios era el Logos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Al principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.

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Otras versiones



Juan 1:1
39 Referencias Cruzadas  

«La virgen quedará embarazada y dará a luz un hijo, y lo llamarán Emanuel» (que significa «Dios con nosotros»).


Y estaban continuamente en el Templo, alabando a Dios.


Y el Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros. Hemos visto su gloria, la gloria del Hijo único del Padre. Y estaba lleno de amor y de verdad.


A Dios nadie lo ha visto nunca. El Hijo único, que es Dios, nos lo ha dado a conocer, pues vive en unión íntima con el Padre.


Él estaba con Dios en el principio.


Salí del Padre y vine al mundo. Ahora dejo de nuevo el mundo y vuelvo al Padre».


Y ahora, Padre, dame la gloria en tu presencia, como la gloria que tuve contigo antes de que el mundo existiera.


―¡Señor mío y Dios mío! —dijo Tomás.


Jesús les dijo: ―Les aseguro que, antes de que Abraham naciera, ¡yo soy!


Ellos son el pueblo de nuestros antepasados. Cristo, como ser humano, nació de padres israelitas, pero él es Dios y gobierna sobre todas las cosas. ¡Alabado sea por siempre! Amén.


También me encargó explicarles cómo es que Dios, el creador de todas las cosas, cumple su plan, el cual mantuvo en secreto muchísimo tiempo.


Él era igual a Dios, pero no consideró eso como algo importante.


Cristo es igual a Dios, a quien no podemos ver. Él existe desde antes de la creación del mundo.


Él existía antes que todas las cosas, y por medio de él todas las cosas se mantienen en orden.


No hay duda de que son grandes las verdades de nuestra fe: Cristo se presentó como hombre; fue declarado justo por el Espíritu, visto por los ángeles, y anunciado entre las naciones. El mundo ha creído en él, y Dios lo recibió con gloria.


Viviremos de esa manera mientras esperamos que se cumpla la bendita promesa en la cual confiamos, es decir, la gloriosa venida de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo.


Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos.


No se sabe nada de quién es su padre ni su madre ni sus antepasados. Tampoco se sabe nada del comienzo y fin de su vida. Por eso se parece al Hijo de Dios, que permanece como sacerdote para siempre.


Los saluda Simón Pedro, servidor y apóstol de Jesucristo. Dirijo esta carta a los que han confiado en Cristo de manera tan preciosa como lo hemos hecho nosotros. Esa confianza nos la ha dado nuestro Dios y Salvador Jesucristo, quien ha demostrado ser justo.


Sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento para que conozcamos al Dios verdadero. Y nosotros somos amigos de su Hijo Jesucristo, quien es el Dios verdadero y nos da vida eterna.


Tres cosas son las que dicen que esto es cierto,


y me decía: «Escribe en un libro lo que veas y envíalo a las siete iglesias: a Éfeso, a Esmirna, a Pérgamo, a Tiatira, a Sardis, a Filadelfia y a Laodicea».


Al verlo, caí a sus pies como muerto; pero él, poniendo su mano derecha sobre mí, me dijo: «No tengas miedo. Yo soy el Primero y el Último,


Y Juan asegura que todo lo que ha visto es el mensaje de Dios, el cual Jesucristo le mostró.


«Yo soy el Alfa y la Omega, el Primero y el Último —dice el Señor Dios—. El que es y que era y que vendrá, el Todopoderoso».


Estaba vestido con un manto teñido en sangre, y su nombre era «El Verbo de Dios».


»Escribe al ángel de la iglesia de Esmirna: El Primero y el Último, el que murió y volvió a vivir, dice esto:


También me dijo: «Ya todo está hecho. Yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin. Al que tenga sed le daré a beber gratuitamente de la fuente del agua de la vida.


Yo soy el Alfa y la Omega, el Primero y el Último, el Principio y el Fin.


»Escribe al ángel de la iglesia de Laodicea: A mí me llaman el Amén, porque soy fiel y digo la verdad. Yo gobierno sobre la creación de Dios, y este es mi mensaje: