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Hechos 9:26 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Cuando llegó a Jerusalén, trataba de juntarse con los discípulos. Pero todos tenían miedo de él, porque no creían que de veras fuera discípulo.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Cuando llegó a Jerusalén, trataba de juntarse con los discípulos; pero todos le tenían miedo, no creyendo que fuese discípulo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Cuando Saulo llegó a Jerusalén, trató de reunirse con los creyentes, pero todos le tenían miedo. ¡No creían que de verdad se había convertido en un creyente!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Al llegar a Jerusalén intentó juntarse con los discípulos; pero todos le tenían miedo, pues no creían que fuese realmente discípulo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Habiendo llegado a Jerusalem, intentó° juntarse con los discípulos, pero todos tenían temor de él, y no creían que era° discípulo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Llegado a Jerusalén, intentaba unirse a los discípulos; pero todos le temían y no creían que fuera discípulo.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y cuando Saulo vino a Jerusalén, intentó juntarse con los discípulos; pero todos le tenían miedo, no creyendo que él era discípulo.

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Otras versiones



Hechos 9:26
9 Referencias Cruzadas  

En aquel tiempo muchos dejarán de creer en mí. Unos a otros se traicionarán y se odiarán.


Al contrario, comencé a predicar en muchos lugares. Primero, en Damasco, luego en Jerusalén y en toda Judea. Después, les prediqué a los no judíos y les pedí que se arrepintieran y obedecieran a Dios. Les dije además que hicieran lo bueno, para que demostraran su arrepentimiento.


Al quedar libres, Pedro y Juan volvieron a donde estaban sus compañeros. Les contaron todo lo que les habían dicho los jefes de los sacerdotes y los líderes.


Luego de comer algo, Saulo recuperó las fuerzas. Saulo pasó varios días con los discípulos que estaban en Damasco.


Así que sus discípulos se lo llevaron de noche y lo bajaron en un canasto por una abertura en la muralla.


El problema era que algunos falsos hermanos en la fe se habían metido entre nosotros para ver todo lo que hacíamos. Querían quitarnos la libertad que Cristo Jesús nos dio para obligarnos a seguir de nuevo las reglas judías.