Jesús contestó: ―Si supieras lo que Dios puede dar, y conocieras al que te está pidiendo agua, tú le pedirías a él. Y él te daría el agua que da vida.
Hechos 9:11 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) ―Anda —le dijo el Señor—, ve a la calle llamada Derecha y busca la casa de Judas. Pregunta por un tal Saulo de Tarso. Él está orando Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y el Señor le dijo: Levántate, y ve a la calle que se llama Derecha, y busca en casa de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso; porque he aquí, él ora, Biblia Nueva Traducción Viviente El Señor le dijo: —Ve a la calle llamada Derecha, a la casa de Judas. Cuando llegues, pregunta por un hombre de Tarso que se llama Saulo. En este momento, él está orando. Biblia Católica (Latinoamericana) Y el Señor le dijo: 'Vete en seguida a la calle llamada Recta y pregunta en la casa de Judas por un hombre de Tarso llamado Saulo. Lo encontrarás rezando, La Biblia Textual 3a Edicion Y el Señor a él: Ananías, levántate, ve a la calle llamada Derecha, y busca en casa de Judas a uno de nombre Saulo, de Tarso; porque he aquí, él ora, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y el Señor a él: 'Anda, vete a la calle que llaman Recta y busca en la casa de Judas a un tal Saulo de Tarso, que está en oración Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el Señor le dijo: Levántate, y ve a la calle que se llama Derecha, y busca en casa de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso; porque he aquí, él ora; |
Jesús contestó: ―Si supieras lo que Dios puede dar, y conocieras al que te está pidiendo agua, tú le pedirías a él. Y él te daría el agua que da vida.
Él nos contó cómo en su casa se le había aparecido un ángel que le dijo: “Manda a alguien a Jope para hacer venir a Simón, apodado Pedro.
―No, yo soy judío, nacido en Tarso, una ciudad muy importante de Cilicia —le respondió Pablo—. Por favor, permítame hablarle al pueblo.
«Yo soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero criado en esta ciudad. Aprendí a obedecer la Ley de nuestros antepasados bajo la dirección del maestro Gamaliel. Me esforcé mucho por servir a Dios, como cualquiera de ustedes lo hace hoy día.
Por eso, arrepiéntete de tu maldad y ruega al Señor. Tal vez te perdone el haber tenido esa mala intención.
Un ángel del Señor le dijo a Felipe: «Ponte en marcha hacia el sur, por el camino del desierto que baja de Jerusalén a Gaza».
Cuando se enteraron de eso, los creyentes se lo llevaron a Cesarea y de allí lo mandaron a Tarso.