Entonces los justos brillarán en el reino de su Padre como el sol. El que tenga oídos, que oiga.
Hechos 6:15 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Todos los que estaban sentados en el tribunal fijaron la mirada en Esteban. Y vieron que su rostro se parecía al de un ángel. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Entonces todos los que estaban sentados en el concilio, al fijar los ojos en él, vieron su rostro como el rostro de un ángel. Biblia Nueva Traducción Viviente En ese momento, todos los del Concilio Supremo fijaron la mirada en Esteban, porque su cara comenzó a brillar como la de un ángel. Biblia Católica (Latinoamericana) En ese momento todos los que estaban sentados en el Sanedrín fijaron los ojos en Esteban, y su rostro les pareció como el de un ángel. La Biblia Textual 3a Edicion Pero al clavar en él la vista, todos los que estaban sentados en el Sanedrín vieron su rostro como el rostro de un ángel. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y fija la vista en él, todos los que estaban sentados en el sanedrín vieron su rostro como el rostro de un ángel. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces todos los que estaban sentados en el concilio, puestos los ojos en él, vieron su rostro como el rostro de un ángel. |
Entonces los justos brillarán en el reino de su Padre como el sol. El que tenga oídos, que oiga.
Allí cambió su apariencia en presencia de ellos; su rostro resplandeció como el sol, y su ropa se volvió blanca como la luz.
Pero yo les digo que todo el que se enoje con su hermano será llevado a juicio. Es más, cualquiera que insulte a su hermano será llevado ante el tribunal. Y cualquiera que lo maldiga será llevado al fuego del infierno.
Entonces le puso de nuevo las manos sobre los ojos, y el ciego fue curado: recobró la vista y comenzó a ver todo con claridad.
Así que a todos nosotros nos han quitado la barrera y hemos entendido. Por eso nuestro rostro es como un espejo que refleja la gloria del Señor. Pues el Señor y el Espíritu son uno mismo, y nos van cambiando cada vez más. De ese modo, cada vez nos parecemos más y más al Señor y reflejamos más de su gloria.