La Ley fue dada por medio de Moisés, pero el amor inmerecido de Dios y la verdad nos han llegado por medio de Jesucristo.
Hechos 6:11 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Entonces les pagaron a unos hombres para que dijeran: «Hemos oído a Esteban ofender a Moisés y a Dios». Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Entonces sobornaron a unos para que dijesen que le habían oído hablar palabras blasfemas contra Moisés y contra Dios. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces persuadieron a unos hombres para que dijeran mentiras acerca de Esteban. Ellos declararon: «Nosotros lo oímos blasfemar contra Moisés y hasta contra Dios». Biblia Católica (Latinoamericana) Al no poder resistir a la verdad, sobornaron a unos hombres para que afirmaran: 'Hemos oído hablar a este hombre contra Moisés y contra Dios. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces sobornaron a unos varones que dijeran:° Lo hemos oído hablando palabras blasfemas contra Moisés y Dios. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entonces sobornaron a unos hombres que dijeron: 'Le hemos oído proferir palabras injuriosas contra Moisés y contra Dios'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces sobornaron a unos hombres que dijeron: Le hemos oído hablar palabras blasfemas contra Moisés y contra Dios. |
La Ley fue dada por medio de Moisés, pero el amor inmerecido de Dios y la verdad nos han llegado por medio de Jesucristo.
Y sabemos que a Moisés le habló Dios; pero de este no sabemos ni de dónde salió.
No olvidemos que, desde hace mucho tiempo, la Ley de Moisés siempre se ha predicado y leído en cada ciudad. Esto se hace cada sábado en las sinagogas».
Pero los judíos se opusieron a Pablo y lo insultaron. Entonces este se sacudió la ropa en señal de protesta y les dijo: «¡Ustedes son ahora responsables de sus acciones! Si Dios los castiga, no es culpa mía. De ahora en adelante les anunciaré el mensaje a los no judíos».
Gritaban: «¡Israelitas! ¡Ayúdennos! Este es el hombre que anda por todas partes enseñando en contra de nuestro pueblo, nuestra Ley y este lugar. Ahora ha metido a unos griegos en el Templo. No tiene respeto por este lugar santo».
Le pidieron con insistencia a Festo que les hiciera el favor de trasladar a Pablo a Jerusalén. Lo cierto es que ellos estaban planeando matarlo en el camino.
Cuando este entró, los judíos que habían bajado de Jerusalén lo rodearon. Presentaron contra él muchas acusaciones graves, pero no las podían probar.
Muchas veces anduve de sinagoga en sinagoga castigándolos para obligarlos a ofender a Jesús. Mi odio contra ellos me llevó al extremo de perseguirlos incluso en ciudades del extranjero.
Pero no podían hacer frente a la sabiduría ni al Espíritu con que hablaba Esteban.
Alborotaron al pueblo, a los líderes y a los maestros de la Ley. Apresaron a Esteban y lo llevaron ante el tribunal.
Presentaron testigos falsos, que declararon: «Este hombre no deja de hablar contra este lugar santo y contra la Ley.
¿Por qué no decir: Hagamos lo malo para que venga lo bueno?». Así mienten contra nosotros algunos, asegurando que eso es lo que enseñamos. ¡Pero bien merecido se tienen su castigo!
Anteriormente, yo ofendía a Dios, perseguía a los creyentes y los insultaba. Pero Dios fue bueno conmigo, porque en ese momento yo era incrédulo y actuaba por ignorancia.