La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




Hechos 28:21 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

―Nosotros no hemos recibido ninguna carta de Judea que tenga que ver contigo —le contestaron ellos—. Tampoco ha llegado ningún judío de allá con malos informes o que haya hablado mal de ti.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Entonces ellos le dijeron: Nosotros ni hemos recibido de Judea cartas acerca de ti, ni ha venido alguno de los hermanos que haya denunciado o hablado algún mal de ti.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Ellos respondieron: —No hemos recibido ninguna carta de Judea ni ningún informe en tu contra de nadie que haya venido por aquí;

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Le respondieron: 'Nosotros no hemos recibido ninguna carta de Judea referente a ti, y ninguno de los hermanos que han venido de allá nos ha dicho o transmitido mensaje alguno contra ti.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Entonces ellos le dijeron: Nosotros no hemos recibido cartas de Judea acerca de ti, ni ha° venido ninguno de los hermanos denunciando o hablando algo malo de ti.

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Ellos le dijeron: 'Nosotros no hemos recibido cartas de Judea acerca de ti, ni ha venido ninguno de los hermanos a denunciar o decir nada malo contra ti.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y ellos le dijeron: Nosotros ni hemos recibido de Judea cartas acerca de ti, ni ninguno de los hermanos que vinieron mostró o habló mal de ti.

Ver Capítulo
Otras versiones



Hechos 28:21
8 Referencias Cruzadas  

De esto son testigos el sumo sacerdote y todos los líderes del tribunal. Ellos incluso me dieron cartas de autorización para que nuestros amigos judíos de Damasco me ayudaran. Y fui allá con el fin de traer presos a Jerusalén a los creyentes que encontrara, para que fueran castigados.


Allí encontramos a algunos creyentes que nos invitaron a pasar una semana con ellos. Y por fin llegamos a Roma.


»Ahora bien, amigos israelitas, yo sé que ustedes y sus dirigentes actuaron así por ignorancia.


Desearía yo mismo ser maldecido y separado de Cristo por el bien de mi propio pueblo, los de mi propia raza.