La discusión se volvió tan violenta que el comandante tuvo miedo de que hicieran pedazos a Pablo. Así que ordenó a los soldados que sacaran a Pablo de allí por la fuerza y lo llevaran al cuartel.
Hechos 27:43 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Pero el capitán quería salvarle la vida a Pablo, y les impidió llevar a cabo el plan. Dio orden de que los que pudieran nadar saltaran al agua para llegar a tierra. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Pero el centurión, queriendo salvar a Pablo, les impidió este intento, y mandó que los que pudiesen nadar se echasen los primeros, y saliesen a tierra; Biblia Nueva Traducción Viviente pero el oficial al mando quería salvar a Pablo, así que no los dejó llevar a cabo su plan. Luego les ordenó a todos los que sabían nadar que saltaran por la borda primero y se dirigieran a tierra firme. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero el capitán, que quería salvar a Pablo, no se lo permitió. Ordenó que los que supieran nadar se tiraran los primeros al agua y se dirigieran a la playa;' La Biblia Textual 3a Edicion pero el centurión, queriendo salvar a Pablo, les impidió llevarlo a cabo, y mandó que los que podían° nadar se echaran los primeros y salieran así a tierra, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero el centurión, deseando salvar a Pablo, impidió su propósito y ordenó a los que sabían nadar que se tiraran los primeros y salieran a tierra; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero el centurión, queriendo salvar a Pablo, estorbó este acuerdo, y mandó que los que pudiesen nadar, fuesen los primeros en echarse al mar, y saliesen a tierra; |
La discusión se volvió tan violenta que el comandante tuvo miedo de que hicieran pedazos a Pablo. Así que ordenó a los soldados que sacaran a Pablo de allí por la fuerza y lo llevaran al cuartel.
Y preparen caballos para llevar a Pablo sano y salvo ante el gobernador Félix.
Pero el capitán romano, en vez de hacerle caso, siguió el consejo del capitán del barco y de su dueño.
Al día siguiente, hicimos una parada en Sidón. El capitán Julio, con mucha amabilidad, le permitió a Pablo visitar a sus hermanos en la fe para que lo atendieran.
Entonces Pablo les dijo al capitán y a los soldados: «Si esos no se quedan en el barco, no podrán salvarse ustedes».
Los soldados pensaron matar a los prisioneros para que ninguno escapara nadando.
Tres veces me golpearon con palos, una vez me apedrearon, tres veces naufragué, y pasé un día y una noche como náufrago en alta mar.