Todos se animaron y también comieron.
Entonces todos, teniendo ya mejor ánimo, comieron también.
Entonces todos se animaron y empezaron a comer,
Los otros se animaron y al fin todos se pusieron a comer.
Entonces todos ellos comieron también, después de cobrar ánimo.
Animáronse todos y tomaron también alimento.
Pero ahora les aconsejo cobrar ánimo, porque ninguno de ustedes perderá la vida. Solo se perderá el barco.
Así que, ¡ánimo, señores! Confío en Dios que sucederá tal y como se me dijo.