Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: ―Siento compasión de esta gente porque ya llevan tres días conmigo y no tienen nada que comer. No quiero despedirlos sin comer, no sea que se desmayen por el camino.
Hechos 27:33 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Estaba a punto de amanecer cuando Pablo animó a todos a tomar alimento: «Hoy hace ya catorce días que ustedes solo se preocupan por salir de esto con vida, y siguen sin comer nada. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Cuando comenzó a amanecer, Pablo exhortaba a todos que comiesen, diciendo: Este es el decimocuarto día que veláis y permanecéis en ayunas, sin comer nada. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando empezó a amanecer, Pablo animó a todos a que comieran. «Ustedes han estado tan preocupados que no han comido nada en dos semanas —les dijo—. Biblia Católica (Latinoamericana) Como aún no amanecía, Pablo los invitó a que se alimentaran, diciéndoles: 'Hace catorce días que no tomamos nada; no hacemos más que esperar y permanecemos en ayunas. La Biblia Textual 3a Edicion Y cuando amanecía, Pablo exhortó a todos a que tomaran alimento, diciendo: Hoy es el decimocuarto día que estáis en vela continuamente y en ayunas, sin comer nada. Biblia Serafín de Ausejo 1975 En tanto que amanecía, Pablo rogaba a todos que comieran algo, diciéndoles: 'Catorce días con hoy lleváis en tensión, sin comer y sin probar bocado. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y cuando comenzaba a amanecer, Pablo exhortaba a todos que comiesen, diciendo: Este es el decimocuarto día que veláis y permanecéis en ayunas, sin comer nada. |
Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: ―Siento compasión de esta gente porque ya llevan tres días conmigo y no tienen nada que comer. No quiero despedirlos sin comer, no sea que se desmayen por el camino.
Llevábamos ya mucho tiempo sin comer. Entonces Pablo se puso en medio de todos y dijo: «Señores, debieron seguir mi consejo y no haber salido de Creta. Así se habrían evitado los daños y las pérdidas.
Así que los soldados cortaron las amarras del bote salvavidas y lo dejaron caer al agua.
Les ruego que coman algo, pues lo necesitan para sobrevivir. Ninguno de ustedes perderá ni un solo cabello de la cabeza».
Luego de comer algo, Saulo recuperó las fuerzas. Saulo pasó varios días con los discípulos que estaban en Damasco.