Quien quiera servirme debe seguirme. Donde yo esté, allí también estará mi siervo. Al que me sirva, mi Padre lo honrará.
Hechos 27:23 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Anoche se me apareció un ángel del Dios a quien pertenezco y sirvo, Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Porque esta noche ha estado conmigo el ángel del Dios de quien soy y a quien sirvo, Biblia Nueva Traducción Viviente Pues anoche un ángel del Dios a quien pertenezco y a quien sirvo estuvo a mi lado Biblia Católica (Latinoamericana) Anoche estuvo a mi lado un ángel del Dios a quien pertenezco y a quien sirvo, La Biblia Textual 3a Edicion Porque esta noche ha estado conmigo un ángel del Dios de quien soy y al cual sirvo, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pues esta noche se me ha aparecido un ángel del Dios a quien pertenezco y doy culto, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pues esta noche ha estado conmigo el Ángel del Dios de quien soy y a quien sirvo, |
Quien quiera servirme debe seguirme. Donde yo esté, allí también estará mi siervo. Al que me sirva, mi Padre lo honrará.
Al instante un ángel del Señor lo hirió, porque no le había dado la gloria a Dios. Herodes murió comido de gusanos.
Nos seguía a Pablo y a nosotros, gritando: ―Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, y les anuncian a ustedes el camino de salvación.
Una noche el Señor le dijo a Pablo en una visión: «No tengas miedo; sigue hablando y no te calles,
A la noche siguiente, el Señor se apareció a Pablo y le dijo: «¡Ánimo! Así como has hablado de mí en Jerusalén, es necesario que lo hagas también en Roma».
Pero en la noche un ángel del Señor abrió las puertas de la cárcel y los sacó.
Un ángel del Señor le dijo a Felipe: «Ponte en marcha hacia el sur, por el camino del desierto que baja de Jerusalén a Gaza».
Los saluda Pablo, servidor de Cristo Jesús, quien me llamó para ser su apóstol. Él me apartó para anunciar la buena noticia de Dios.
Yo sirvo a Dios de corazón, predicando la buena noticia de su Hijo. Y Dios es testigo de que siempre me acuerdo de ustedes.
Pero ahora que han sido liberados del pecado y se han puesto al servicio de Dios, viven apartados del mal y han ganado la vida eterna.
pues fueron rescatados por Dios quien pagó un precio. Por tanto, den gloria a Dios con su cuerpo.
Al recordarte de día y de noche en mis oraciones, siempre doy gracias a Dios. Mis antepasados y yo hemos servido a Dios con una conciencia tranquila.
Un servidor del Señor no debe andar peleando. Más bien, debe ser amable con todos, capaz de enseñar y no enojarse con facilidad.
Pero el Señor estuvo a mi lado y me dio fuerzas para que por medio de mí se anunciara el mensaje y lo oyeran todos los que no creen en Dios. El Señor me salvó, como quien es librado de la boca de un león.
Te saluda Pablo, servidor de Dios y apóstol de Jesucristo. Dios me ha llamado para que enseñe a los elegidos de Dios cómo es la verdadera religión y les enseñe a tener fe.
Él se entregó a la muerte por nosotros, para rescatarnos de toda maldad y limpiarnos de pecado y tener así un pueblo elegido, dedicado a hacer el bien.
Pues todos los ángeles son solo espíritus que sirven a Dios. Él los envía para ayudar a los que han de ser salvos.
»Yo, Jesús, he enviado a mi ángel para anunciar estas cosas a las iglesias. Yo soy el heredero del trono de David. Soy la brillante estrella de la mañana».