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Hechos 27:21 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Llevábamos ya mucho tiempo sin comer. Entonces Pablo se puso en medio de todos y dijo: «Señores, debieron seguir mi consejo y no haber salido de Creta. Así se habrían evitado los daños y las pérdidas.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Entonces Pablo, como hacía ya mucho que no comíamos, puesto en pie en medio de ellos, dijo: Habría sido por cierto conveniente, oh varones, haberme oído, y no zarpar de Creta tan solo para recibir este perjuicio y pérdida.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Nadie había comido en mucho tiempo. Finalmente, Pablo reunió a la tripulación y le dijo: «Señores, ustedes debieran haberme escuchado al principio y no haber salido de Creta. Así se hubieran evitado todos estos daños y pérdidas.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Como hacía días que no comíamos, Pablo se puso en medio y les dijo: 'Amigos, ustedes tenían que haberme escuchado y no salir de Creta, pues nos habríamos ahorrado este peligro y esta pérdida.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Después de pasar mucho tiempo sin alimento, Pablo se puso en pie en medio de ellos y dijo: ¡Oh varones! ciertamente deberíais haberme hecho caso y no zarpar de Creta para evitar este perjuicio y pérdida.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Como llevábamos tanto tiempo sin comer, Pablo, de pie en medio de ellos, dijo: 'Mejor hubiera sido, amigos, que me hubierais hecho caso y no hubiéramos zarpado de Creta; así nos habríamos ahorrado este daño y perjuicio.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Entonces Pablo, como hacía ya mucho que no comíamos, puesto en pie en medio de ellos, dijo: Señores, debían por cierto haberme oído, y no haber zarpado de Creta, para recibir este daño y pérdida.

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Otras versiones



Hechos 27:21
8 Referencias Cruzadas  

Como el puerto no era adecuado para pasar allí el invierno, la mayoría decidió que debíamos seguir adelante. Tenían la esperanza de llegar a Fenice, puerto de Creta, y pasar allí el invierno. Desde ese puerto se podía salir rumbo al suroeste y al noroeste.


Cuando comenzó a soplar un viento suave del sur, creyeron que podían conseguir lo que querían. Así que levantaron anclas y navegaron junto a la costa de Creta.


Pasaron muchos días sin que aparecieran ni el sol ni las estrellas. La tempestad seguía con fuerza, y perdimos al fin toda esperanza de salvarnos.


Durante muchos días la navegación fue lenta, y a duras penas llegamos frente a Gnido. El viento aún soplaba en nuestra contra, por lo que no seguimos el rumbo trazado. Entonces navegamos protegidos del viento por la isla de Creta, frente a Salmona.