Hechos 26:20 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Al contrario, comencé a predicar en muchos lugares. Primero, en Damasco, luego en Jerusalén y en toda Judea. Después, les prediqué a los no judíos y les pedí que se arrepintieran y obedecieran a Dios. Les dije además que hicieran lo bueno, para que demostraran su arrepentimiento. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 sino que anuncié primeramente a los que están en Damasco, y Jerusalén, y por toda la tierra de Judea, y a los gentiles, que se arrepintiesen y se convirtiesen a Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento. Biblia Nueva Traducción Viviente Primero les prediqué a los de Damasco, luego en Jerusalén y por toda Judea, y también a los gentiles: que todos tienen que arrepentirse de sus pecados y volver a Dios, y demostrar que han cambiado, por medio de las cosas buenas que hacen. Biblia Católica (Latinoamericana) Muy por el contrario, empecé a predicar, primero a la gente de Damasco, luego en Jerusalén y en el país de los judíos, y por último en las naciones paganas. Y les pedía que se arrepintieran y se convirtieran a Dios, mostrando en adelante los frutos de una verdadera conversión. La Biblia Textual 3a Edicion sino que anunciaba, primeramente a los que están en Damasco,° y también en Jerusalem,° y por toda la región de Judea, y a los gentiles, que se arrepintieran y se volvieran a Dios, haciendo obras dignas del arrepentimiento. Biblia Serafín de Ausejo 1975 sino que, primero en Damasco y en Jerusalén, y después en toda la región de Judea y entre los gentiles, me puse a predicar que se convirtieran y volvieran a Dios, haciendo obras en consonancia con esa conversión. Biblia Reina Valera Gómez (2023) sino que anuncié primeramente a los que están en Damasco, y Jerusalén, y por toda la tierra de Judea, y a los gentiles, que se arrepintiesen y se convirtiesen a Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento. |
Desde entonces comenzó Jesús a predicar: «Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos está cerca».
Pero vayan y aprendan qué significa esto: “Lo que pido de ustedes es misericordia y no sacrificios”. Pues no he venido a llamar a justos, sino a pecadores.
¡Les digo que no! De la misma manera, todos ustedes morirán, a menos que se arrepientan.
¡Les digo que no! De la misma manera, todos ustedes morirán, a menos que se arrepientan».
Les digo que así mismo se alegran los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente.
Les digo que así es también en el cielo: habrá más alegría por un solo pecador que se arrepienta que por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentirse.
Al oír esto, se calmaron y alabaron a Dios diciendo: ―¡Así que también a los no judíos Dios les ha dado oportunidad de arrepentirse y tener vida eterna!
»Por lo tanto, yo considero que debemos dejar de ponerles obstáculos a los no judíos que se convierten a Dios.
Pues bien, Dios pasó por alto aquellos tiempos de tal ignorancia. Sin embargo, ahora manda que todos, en todas partes, se arrepientan.
―Arrepiéntase y bautícese cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados —les contestó Pedro—. Entonces recibirán el don del Espíritu Santo.
A judíos y a griegos les he dicho que se arrepientan ante Dios y que crean en nuestro Señor Jesús.
No dejaré que los de tu propio pueblo o los no judíos te hagan daño. Te envío a ellos
Por tanto, arrepiéntanse y vuélvanse a Dios, para que sean borrados sus pecados. Así vendrán tiempos de descanso de parte del Señor.
―¡Ve! —insistió el Señor—, porque he elegido a ese hombre como mi instrumento. Él dará a conocer mi nombre tanto a las naciones y a sus reyes como al pueblo de Israel.
Todos los que vivían en Lida y en Sarón lo vieron y se convirtieron al Señor.
No reconoces que Dios es bueno, que tiene paciencia y soporta tu mala conducta. Él está buscando que te arrepientas, pero desprecias su gran bondad.
La tristeza que Dios causa produce el arrepentimiento que lleva a la salvación, por eso no hay que lamentar esa tristeza. Pero la tristeza que causa el mundo produce la muerte.
Así que les digo esto de parte del Señor: no vivan como la gente que no cree en Dios, pues esas personas no piensan correctamente.
Ellos mismos hablan de lo bien que ustedes nos recibieron y de cómo dejaron de adorar a los ídolos para servir al Dios vivo y verdadero.
Pero ni aun así se arrepintieron de sus malas acciones. Al contrario, maldecían al Dios del cielo, debido a sus dolores y llagas.
Le he dado tiempo para que se arrepienta de sus pecados sexuales, pero no quiere hacerlo.
¡Recuerda cómo eras antes! Arrepiéntete y vuelve a hacer las cosas que hacías al principio. Si no te arrepientes, iré y quitaré de su lugar tu candelabro.
Así que recuerda lo que has aprendido acerca de Dios, obedécelo y arrepiéntete. Si no te mantienes alerta y en obediencia, cuando menos lo esperes caeré sobre ti como un ladrón.