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Hechos 23:18 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Así que el capitán lo llevó ante el comandante y le dijo: ―El prisionero Pablo me llamó y me pidió que le trajera este joven, porque tiene algo que decirle.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Él entonces tomándole, le llevó al tribuno, y dijo: El preso Pablo me llamó y me rogó que trajese ante ti a este joven, que tiene algo que hablarte.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces el oficial lo hizo y explicó: «El prisionero Pablo me llamó y me pidió que le trajera a este joven porque tiene algo que decirle».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

El oficial se lo llevó ante el comandante y le dijo: 'El preso Pablo me llamó y me pidió que te trajera a este joven, pues tiene algo que decirte.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Él entonces, tomándolo, lo lleva° ante el tribuno y le dice: El prisionero Pablo me llamó y me rogó que trajera ante ti a este joven, pues tiene algo que decirte.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Él, tomándolo consigo, lo condujo hasta el tribuno y le dijo: 'El preso Pablo me ha llamado y pedido que te traiga este muchacho, porque tiene algo que decirte'. Tomándolo de la mano el tribuno y retirándose aparte, le preguntó: '¿Qué es lo que tienes que comunicarme?'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Entonces él le tomó y le llevó al tribuno, y dijo: El preso Pablo, llamándome, me rogó que trajese a ti a este joven, porque tiene algo que decirte.

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Otras versiones



Hechos 23:18
11 Referencias Cruzadas  

Entonces Jesús le dijo a manera de respuesta: ―Simón, tengo algo que decirte. ―Dime, Maestro —respondió.


Entonces los soldados, su comandante y los guardias de los judíos arrestaron a Jesús. Lo ataron


A eso de la medianoche, Pablo y Silas se pusieron a orar y a cantar himnos a Dios, y los otros presos los escuchaban.


Este llamó entonces a uno de los capitanes y le dijo: ―Lleve a este joven ante el comandante, porque tiene algo que decirle.


El comandante tomó de la mano al joven, lo llevó aparte y le preguntó: ―¿Qué quieres decirme?


Decidieron enviarnos a Italia por barco. Pablo y algunos otros presos fueron entregados a un capitán del ejército romano llamado Julio, que pertenecía al batallón imperial.


Tres días más tarde, Pablo invitó a los dirigentes de los judíos. Cuando estuvieron reunidos, les dijo: ―Amigos israelitas, yo no he hecho nada contra mi pueblo ni contra las costumbres de nuestros antepasados. Sin embargo, los judíos me arrestaron en Jerusalén y me entregaron a los romanos.


Yo, Pablo, estoy preso por anunciar el mensaje de Cristo Jesús, y lo he hecho por el bien de ustedes los no judíos.


Por eso yo, que estoy preso por servir al Señor, les ruego que se porten bien, como gente que Dios ha llamado a ser parte de su pueblo.


prefiero rogártelo en nombre del amor. Ya soy anciano y, además, estoy preso por anunciar el mensaje de Cristo Jesús.