Entonces los soldados, su comandante y los guardias de los judíos arrestaron a Jesús. Lo ataron
Hechos 21:32 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Este llamó en seguida a algunos capitanes y con sus soldados bajaron corriendo hacia la gente. Al ver al comandante y a sus soldados, los alborotadores dejaron de golpear a Pablo. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Este, tomando luego soldados y centuriones, corrió a ellos. Y cuando ellos vieron al tribuno y a los soldados, dejaron de golpear a Pablo. Biblia Nueva Traducción Viviente De inmediato el comandante llamó a sus soldados y oficiales y corrió entre la multitud. Cuando la turba vio que venían el comandante y las tropas, dejaron de golpear a Pablo. Biblia Católica (Latinoamericana) En seguida tomó consigo algunos oficiales y soldados y bajaron corriendo hacia la multitud. Al ver al comandante y a los soldados, dejaron de golpear a Pablo. La Biblia Textual 3a Edicion Éste, tomando inmediatamente soldados y centuriones, bajó corriendo hacia ellos. Entonces ellos, al ver al tribuno y a los soldados, dejaron de golpear° a Pablo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Éste movilizó al instante soldados y centuriones y bajó corriendo hacia ellos. Al ver al tribuno y a los soldados, cesaron de golpear a Pablo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Este, de inmediato tomó soldados y centuriones, y bajó corriendo hacia ellos. Y cuando ellos vieron al tribuno y a los soldados, cesaron de golpear a Pablo. |
Entonces los soldados, su comandante y los guardias de los judíos arrestaron a Jesús. Lo ataron
Entonces se fueron todos sobre Sóstenes, el jefe de la sinagoga, y lo golpearon delante del tribunal. Pero Galión no le dio ninguna importancia al asunto.
Yo le respondí: “Señor, ellos saben que yo andaba de sinagoga en sinagoga encarcelando y golpeando a los que creen en ti.
Los judíos agarraron a este hombre y estaban a punto de matarlo. Pero yo llegué con mis soldados y lo rescaté, porque me había enterado de que es ciudadano romano.
Incluso trató de echar a perder la buena fama de nuestro Templo. Por eso lo arrestamos.
Entonces llamaron a los apóstoles y, luego de azotarlos, les ordenaron que no hablaran más en el nombre de Jesús. Después de eso los soltaron.