Cuando el rey Herodes y los habitantes de Jerusalén oyeron esto, se pusieron muy nerviosos.
Hechos 21:30 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) La ciudad se alborotó. Toda la gente corrió al lugar, agarró a Pablo y lo sacó del Templo a rastras. Inmediatamente se cerraron las puertas. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Así que toda la ciudad se conmovió, y se agolpó el pueblo; y apoderándose de Pablo, le arrastraron fuera del templo, e inmediatamente cerraron las puertas. Biblia Nueva Traducción Viviente Toda la ciudad fue estremecida por estas acusaciones y se desencadenó un gran disturbio. Agarraron a Pablo y lo arrastraron fuera del templo e inmediatamente cerraron las puertas detrás de él. Biblia Católica (Latinoamericana) La ciudad entera se alborotó. Concurrió la gente de todas partes, y tomando a Pablo, lo arrastraron hacia la salida del Templo, cerrando inmediatamente las puertas. La Biblia Textual 3a Edicion Así que, toda la ciudad se alborotó, y se agolpó el pueblo; y prendiendo a Pablo, lo arrastraron fuera del templo, y cerraron inmediatamente las puertas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Se alborotó la ciudad entera y se produjo una manifestación popular que, apoderándose de Pablo, lo arrastraba fuera del templo. En seguida cerraron las puertas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Así que toda la ciudad se agitó, y se agolpó el pueblo; y tomando a Pablo, lo arrastraron fuera del templo, y enseguida cerraron las puertas. |
Cuando el rey Herodes y los habitantes de Jerusalén oyeron esto, se pusieron muy nerviosos.
Cuando Jesús entró en Jerusalén, toda la ciudad se conmovió. ―¿Quién es este? —preguntaban.
Se levantaron y lo echaron fuera del pueblo. Luego lo llevaron hasta la cumbre de la colina sobre la que estaba construido el pueblo. Querían tirarlo por el precipicio.
En seguida toda la ciudad se alborotó. Todos fueron al teatro, y agarraron a Gayo y a Aristarco. Ellos eran de Macedonia y acompañaban a Pablo en su viaje.
Mi vida ha sido un continuo ir y venir de un sitio a otro. En mis viajes enfrenté peligros de ríos y peligros de bandidos. Enfrenté peligros de parte de mis compatriotas, peligros a manos de los no judíos, peligros en la ciudad, en el campo y en el mar. También enfrenté peligros de parte de falsos hermanos en la fe.