Y tú, Capernaúm, ¿acaso serás levantada hasta el cielo? No, sino que bajarás hasta el infierno. Si los milagros que se hicieron en ti se hubieran hecho en Sodoma, esta habría permanecido hasta el día de hoy.
Hechos 2:31 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Fue así como David supo lo que iba a suceder. Supo que el Cristo resucitaría, porque Dios no dejaría que su vida terminara en la tumba, ni que su cuerpo sufriera descomposición. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el Hades, ni su carne vio corrupción. Biblia Nueva Traducción Viviente David estaba mirando hacia el futuro y hablaba de la resurrección del Mesías. Él decía que Dios no lo dejaría entre los muertos ni permitiría que su cuerpo se pudriera en la tumba. Biblia Católica (Latinoamericana) se refería a la resurrección del Mesías, viéndola de antemano, con estas palabras: no será abandonado en el lugar de los muertos, ni su cuerpo experimentará la corrupción. La Biblia Textual 3a Edicion previéndolo, habló acerca de la resurrección del Mesías, que no fue desamparado en el Hades, ni su carne vio corrupción. Biblia Serafín de Ausejo 1975 previendo el futuro, habló de la resurrección de Cristo: que no sería abandonado al Hades ni su carne experimentaría corrupción. Biblia Reina Valera Gómez (2023) viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el infierno, ni su carne vio corrupción. |
Y tú, Capernaúm, ¿acaso serás levantada hasta el cielo? No, sino que bajarás hasta el infierno. Si los milagros que se hicieron en ti se hubieran hecho en Sodoma, esta habría permanecido hasta el día de hoy.
Por eso dice en otro pasaje: »“No permitirás que el cuerpo de tu elegido se descomponga”.
No dejarás que mi vida termine en la tumba. No permitirás que el cuerpo de tu elegido se descomponga.
Luego fue enterrado, pero resucitó al tercer día, tal como decían las Escrituras que sucedería.
En efecto, en las Escrituras ya se anunciaba que los no judíos serían declarados justos por medio de la fe. Así se lo había dicho Dios a Abraham. A él le dio esta buena noticia: «Por medio de ti bendeciré a todas las naciones».