Su fama se extendió por toda Siria. Por eso, le llevaban a todos los que sufrían diversas enfermedades y los que sufrían de dolores graves. También le llevaban a los endemoniados, los epilépticos y los paralíticos, y Jesús los sanaba.
Hechos 19:12 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) La gente incluso ponía sobre los enfermos pañuelos y delantales que Pablo había tocado, y estos sanaban. Hasta los espíritus malignos salían de ellos. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 de tal manera que aun se llevaban a los enfermos los paños o delantales de su cuerpo, y las enfermedades se iban de ellos, y los espíritus malos salían. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando ponían sobre los enfermos pañuelos o delantales que apenas habían tocado la piel de Pablo, quedaban sanos de sus enfermedades y los espíritus malignos salían de ellos. Biblia Católica (Latinoamericana) hasta tal punto que imponían a los enfermos pañuelos o ropas que él había usado, y mejoraban. También salían de ellos los espíritus malos. La Biblia Textual 3a Edicion de tal manera que hasta llevaban° paños o delantales de su cuerpo° a los enfermos, y las enfermedades se alejaban° de ellos, y los espíritus malignos salían.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 hasta tal punto que bastaba con que aplicaran a los enfermos pañuelos o delantales que él hubiera tocado para que desaparecieran las enfermedades y salieran los malos espíritus. Biblia Reina Valera Gómez (2023) de tal manera que aun los pañuelos o delantales de su cuerpo eran llevados a los enfermos, y las enfermedades se iban de ellos, y los malos espíritus salían de ellos. |
Su fama se extendió por toda Siria. Por eso, le llevaban a todos los que sufrían diversas enfermedades y los que sufrían de dolores graves. También le llevaban a los endemoniados, los epilépticos y los paralíticos, y Jesús los sanaba.
Estas señales acompañarán a los que crean: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán en nuevas lenguas.
Era tal la cantidad de hombres y mujeres que hasta sacaban a los enfermos a las plazas y los ponían en camillas. Esperaban que, al pasar Pedro, por lo menos su sombra cayera sobre alguno de ellos.