Vivía en Cesarea un capitán del ejército romano llamado Cornelio, del regimiento conocido como el Italiano.
Hechos 18:22 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Cuando desembarcó en Cesarea, subió a Jerusalén a saludar a la iglesia y luego bajó a Antioquía. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Habiendo arribado a Cesarea, subió para saludar a la iglesia, y luego descendió a Antioquía. Biblia Nueva Traducción Viviente La siguiente parada fue en el puerto de Cesarea. De allí subió y visitó a la iglesia de Jerusalén, y luego regresó a Antioquía. Biblia Católica (Latinoamericana) Desembarcó en Cesarea. Subió a saludar a aquella Iglesia y después bajó a Antioquía. La Biblia Textual 3a Edicion Después de bajar a Cesarea, subió a saludar a la iglesia,° y luego bajó a Antioquía. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Llegó a Cesarea y, después de subir y saludar a la iglesia, bajó a Antioquía. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y habiendo arribado a Cesarea, subió para saludar a la iglesia, y luego descendió a Antioquía. |
Vivía en Cesarea un capitán del ejército romano llamado Cornelio, del regimiento conocido como el Italiano.
Un día después, llegó a Cesarea. Cornelio estaba esperándolo con los parientes y amigos íntimos que había reunido.
»En aquel momento se presentaron en la casa donde yo estaba tres hombres. Habían sido enviados desde Cesarea a buscarme.
En la iglesia de Antioquía había profetas y maestros. Entre ellos estaban Bernabé y Simeón, apodado el Negro. También estaban Lucio de Cirene, Manaén, que se había criado con el gobernador Herodes, y Saulo.
De Atalía navegaron hasta Antioquía. Fue en esa ciudad donde los creyentes habían orado por Pablo y Bernabé. Le habían pedido a Dios que los cuidara con amor mientras cumplían con el trabajo que ahora habían terminado.
Con ellos mandaron la siguiente carta: Los apóstoles y los líderes, a los creyentes no judíos en Antioquía, Siria y Cilicia: Saludos, hermanos en la fe.
Una vez despedidos, ellos bajaron a Antioquía, donde reunieron a la congregación y entregaron la carta.
Pablo y Bernabé permanecieron en Antioquía, enseñando y anunciando la palabra del Señor en compañía de muchos otros.
Al llegar a Jerusalén, fueron muy bien recibidos por la iglesia, los apóstoles y los líderes. Luego Pablo y Bernabé les informaron de todo lo que Dios había hecho por medio de ellos.
Entonces el comandante llamó a dos de sus capitanes y les ordenó: ―Quiero que esta noche, a las nueve, vayan a Cesarea. Alisten un grupo de doscientos soldados de infantería, setenta de caballería y doscientos lanceros.
Tres días después de llegar a la provincia, Festo subió de Cesarea a Jerusalén.
Pero Festo, queriendo quedar bien con los judíos, le preguntó: ―¿Estás dispuesto a subir a Jerusalén para ser juzgado allí ante mí?
En cuanto a Felipe, apareció en Azoto. Luego se fue predicando la buena noticia en todos los pueblos hasta que llegó a Cesarea.