Por mi causa los llevarán ante gobernadores y reyes para dar testimonio a ellos y a los incrédulos.
Hechos 17:19 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Entonces lo llevaron a una reunión de la Junta Suprema de la ciudad, conocida como Areópago. ―¿Se puede saber qué nueva enseñanza es esta que usted presenta? —le preguntaron—. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y tomándole, le trajeron al Areópago, diciendo: ¿Podremos saber qué es esta nueva enseñanza de que hablas? Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces lo llevaron al Concilio Supremo de la ciudad. «Ven y háblanos sobre esta nueva enseñanza —dijeron—. Biblia Católica (Latinoamericana) Lo tomaron, lo llevaron con ellos a la sala del Areópago y le preguntaron: '¿Podemos saber cuál es esa nueva doctrina que enseñas?' La Biblia Textual 3a Edicion Tomándolo pues, lo condujeron al Areópago, y le preguntaron: ¿Podemos saber qué es esta nueva doctrina que enseñas? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Le tomaron, pues, consigo, y lo llevaron al Areópago, mientras le decían: '¿Podemos saber qué es esta doctrina nueva de que tú hablas? Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y tomándole, le trajeron al Areópago, diciendo: ¿Podremos saber qué es esta nueva doctrina de que hablas? |
Por mi causa los llevarán ante gobernadores y reyes para dar testimonio a ellos y a los incrédulos.
Todos se quedaron tan asustados que se preguntaban unos a otros: «¿Qué es esto? ¡Una enseñanza nueva, pues lo hace con autoridad! Les da órdenes incluso a los espíritus malignos, y le obedecen».
»Este mandamiento nuevo les doy: que se amen los unos a los otros. Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros.
Pablo se puso en medio de la Junta y dijo: ―¡Ciudadanos atenienses! Observo que ustedes son sumamente religiosos en todo lo que hacen.
Algunas personas se unieron a Pablo y creyeron. Entre ellos estaba Dionisio, miembro de la Junta Suprema. También, una mujer llamada Dámaris y otros más.
El comandante tomó de la mano al joven, lo llevó aparte y le preguntó: ―¿Qué quieres decirme?
Algunos días después, llegó Félix con su esposa Drusila, que era judía. Mandó llamar a Pablo y lo escuchó hablar acerca de la fe en Cristo Jesús.
―A mí también me gustaría oír a ese hombre —le dijo Agripa a Festo. ―Pues mañana mismo lo oirá usted —le contestó Festo.
Entonces Agripa le dijo a Pablo: ―Tienes permiso para defenderte. Pablo hizo una señal con la mano y comenzó así su defensa: