»Tengan cuidado con la gente; los entregarán a los tribunales y los azotarán en las sinagogas.
Hechos 16:22 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Entonces la gente se amotinó contra Pablo y Silas, y los jueces les arrancaron la ropa y los azotaron. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y se agolpó el pueblo contra ellos; y los magistrados, rasgándoles las ropas, ordenaron azotarles con varas. Biblia Nueva Traducción Viviente Enseguida se formó una turba contra Pablo y Silas, y los funcionarios de la ciudad ordenaron que les quitaran la ropa y los golpearan con varas de madera. Biblia Católica (Latinoamericana) La gente se les echó encima. Los oficiales mandaron arrancarles las ropas y los hicieron apalear. La Biblia Textual 3a Edicion Y el pueblo se agolpó contra ellos, y los magistrados, rasgándoles los mantos, mandaron que los azotaran con varas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 La multitud se amotinó contra ellos, y los pretores ordenaron que les desnudaran, y los azotaran con varas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y se agolpó el pueblo contra ellos; y los magistrados, rasgándoles sus ropas, mandaron azotarles con varas. |
»Tengan cuidado con la gente; los entregarán a los tribunales y los azotarán en las sinagogas.
Entonces soltó a Barrabás; pero a Jesús lo mandó azotar y lo entregó para que lo crucificaran.
»Pero, cuando los lleven a juicio ante las sinagogas, los gobernantes y las autoridades, no se preocupen de cómo van a defenderse o qué van a decir.
Pero Pablo respondió a los guardias: ―¿Cómo? Nosotros somos ciudadanos romanos. Nos han azotado en público sin habernos juzgado, y nos han echado en la cárcel. ¿Y ahora quieren expulsarnos a escondidas? ¡Nada de eso! Que vengan ellos personalmente y nos lleven hasta la salida.
Pero los judíos, llenos de envidia, reunieron a unos maleantes callejeros. Con ellos organizaron un grupo de alborotadores e hicieron gran escándalo en la ciudad. Asaltaron la casa de Jasón en busca de Pablo y Silas, para que el pueblo los juzgara en público.
Cuando Galión era gobernador de Acaya, los judíos se pusieron de acuerdo para atacar a Pablo y llevarlo al tribunal.
Entonces llamaron a los apóstoles y, luego de azotarlos, les ordenaron que no hablaran más en el nombre de Jesús. Después de eso los soltaron.
Nos han golpeado y encerrado en la cárcel. Hemos sufrido alborotos, hemos hecho trabajos pesados y a veces no hemos dormido ni comido.
Y saben también que, a pesar de los sufrimientos y los insultos que antes recibimos en Filipos, nuestra confianza en nuestro Dios creció. Por eso nos atrevimos a comunicarles la buena noticia en medio de una gran lucha.
Cristo aceptó como suyos nuestros pecados, y así fue a morir en la cruz. Lo hizo para que dejáramos de pecar y viviéramos para hacer el bien. Él fue herido como castigo, para que ustedes fueran sanados.