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Hechos 15:5 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Entonces algunos creyentes que pertenecían al grupo de los fariseos se pusieron de pie y dijeron: ―Es necesario circuncidar a los no judíos y exigirles que obedezcan la Ley de Moisés.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Pero algunos de la secta de los fariseos, que habían creído, se levantaron diciendo: Es necesario circuncidarlos, y mandarles que guarden la ley de Moisés.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Pero después algunos creyentes que pertenecían a la secta de los fariseos se pusieron de pie e insistieron: «Los convertidos gentiles deben ser circuncidados y hay que exigirles que sigan la ley de Moisés».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Pero se levantaron algunos del grupo de los fariseos que habían abrazado la fe, y dijeron: 'Es necesario circuncidar a los no judíos y pedirles que observen la ley de Moisés.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Pero algunos de la secta de los fariseos, que habían° creído, se levantaron diciendo: Es necesario circuncidarlos y ordenarles que guarden la ley de Moisés.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Pero surgieron algunos de la secta de los fariseos, que habían abrazado la fe, los cuales decían que era necesario circuncidarlos y mandarles guardar la ley de Moisés.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Pero algunos de la secta de los fariseos, que habían creído, se levantaron, diciendo que era necesario circuncidarlos y mandarles que guardasen la ley de Moisés.

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Otras versiones



Hechos 15:5
14 Referencias Cruzadas  

Pero, al ver que muchos fariseos y saduceos llegaban adonde él estaba bautizando, les dijo: «¡Nido de víboras! ¿Quién les dijo que huyeran del castigo que se acerca?


Algunos hombres de Judea llegaron a Antioquía y se pusieron a enseñar a los creyentes. Les decían: «A menos que ustedes se circunciden, obedeciendo a la tradición de Moisés, no pueden ser salvos».


Hemos oído que algunos de los nuestros los han preocupado a ustedes. Les han dicho cosas sin nuestra autorización, y ustedes se han alarmado.


Al oírlo, alabaron a Dios. Luego le dijeron a Pablo: «Amigo, ya viste cuántos miles de judíos han creído. Y todos ellos siguen obedeciendo a la Ley.


Sin embargo, sí confieso que adoro al Dios de nuestros antepasados. Lo adoro junto con el grupo de los que han aceptado el mensaje de Jesús. Y lo he aceptado porque estoy de acuerdo con todo lo que enseña la Ley. También creo lo que está escrito en el libro de los Profetas. A este grupo mis acusadores lo llaman secta.


Hemos descubierto que este hombre es un verdadero problema. Por todas partes anda provocando alborotos entre los judíos. Es el líder de un grupo llamado los nazarenos.


Pero queremos oír tu punto de vista, porque lo único que sabemos es que en todas partes se habla en contra de ese grupo.


El sumo sacerdote y todos sus seguidores, que pertenecían al grupo de los saduceos, se llenaron de envidia.


¿Fue llamado alguno estando ya circuncidado? Que no oculte de los demás esa condición. ¿Fue llamado alguno sin estar circuncidado? Que no se circuncide.


Pues bien, cuando Pedro fue a Antioquía, le reclamé su comportamiento y le dije que hacía mal.


Pude ver que no actuaban correctamente, pues no era lo que enseñábamos con el mensaje de la buena noticia. Entonces le dije a Pedro delante de todos: «Si tú, que eres judío, vives como si no lo fueras, ¿por qué obligas a los no judíos a practicar la religión judía?