Eligió a doce, a quienes llamó apóstoles. Los eligió para que lo acompañaran, para enviarlos a predicar
Hechos 14:23 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) En cada una de las iglesias nombraron líderes. Luego, con oración y ayuno, le pidieron al Señor que ayudara a estos líderes que habían creído en él. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y constituyeron ancianos en cada iglesia, y habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído. Biblia Nueva Traducción Viviente Pablo y Bernabé también nombraron ancianos en cada iglesia. Con oración y ayuno, encomendaron a los ancianos al cuidado del Señor, en quien habían puesto su confianza. Biblia Católica (Latinoamericana) En cada Iglesia designaban presbíteros y, después de orar y ayunar, los encomendaban al Señor en quien habían creído. La Biblia Textual 3a Edicion Y después que les designaron ancianos en cada iglesia y oraron con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Les designaron presbíteros en cada iglesia y, acompañando la oración con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y cuando les ordenaron ancianos en cada iglesia, habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído. |
Eligió a doce, a quienes llamó apóstoles. Los eligió para que lo acompañaran, para enviarlos a predicar
Luego permaneció viuda hasta la edad de ochenta y cuatro años. Nunca salía del Templo, sino que día y noche adoraba a Dios con ayunos y oraciones.
Entonces Jesús gritó con fuerza: ―¡Padre, en tus manos entrego mi espíritu! Y, al decir esto, murió.
Y oraron así: «Señor, tú conoces el corazón de todos. Muéstranos a cuál de estos dos has elegido.
Así lo hicieron, mandando su ofrenda a los líderes por medio de Bernabé y de Saulo.
De Atalía navegaron hasta Antioquía. Fue en esa ciudad donde los creyentes habían orado por Pablo y Bernabé. Le habían pedido a Dios que los cuidara con amor mientras cumplían con el trabajo que ahora habían terminado.
Con ellos mandaron la siguiente carta: Los apóstoles y los líderes, a los creyentes no judíos en Antioquía, Siria y Cilicia: Saludos, hermanos en la fe.
Al llegar a Jerusalén, fueron muy bien recibidos por la iglesia, los apóstoles y los líderes. Luego Pablo y Bernabé les informaron de todo lo que Dios había hecho por medio de ellos.
Así que, Pablo mandó llamar a los líderes de la iglesia de Éfeso para que vinieran a Mileto.
»Ahora le pido a Dios que cuide de todos ustedes, y ruego que ustedes sigan confiando en el mensaje de su inmerecido amor. Ese mensaje de amor tiene poder para ayudarlos a crecer espiritualmente. Y, si lo aceptan, recibirán las promesas hechas a su pueblo santo.
Además, las iglesias lo eligieron para que nos acompañe cuando llevemos la ofrenda. Y lo hacemos para honrar al Señor y demostrar nuestro gran deseo de servir.
No regañes con dureza al anciano, sino aconséjalo como si fuera tu padre. Trata a los jóvenes como a hermanos;
Piénsalo bien antes de apresurarte a nombrar a alguien para servir a Dios, pues podrías hacerte responsable de pecados ajenos. Mantente lejos de toda maldad.
Y es por anunciar ese mensaje que ahora paso sufrimientos. Pero no me avergüenzo, porque sé en quién he creído. También estoy seguro de que Cristo tiene poder para guardar hasta el día del juicio final lo que le he confiado.
Tú has escuchado mis enseñanzas en presencia de muchos testigos. Ahora te pido que busques a creyentes dignos de confianza y que les enseñes todo eso. Que sean capaces de enseñar, para que pasen la enseñanza a otros.
Te dejé en Creta para que pusieras en orden lo que quedaba por hacer y en cada pueblo nombraras líderes de la iglesia, de acuerdo con las instrucciones que te di.
¿Está enfermo alguno de ustedes? Haga llamar a los líderes de la iglesia para que oren por él y le pongan aceite en el nombre del Señor.
Tengo algo que decirles a los líderes de ustedes. Lo digo yo, que también soy uno de los líderes de la iglesia. Además, soy testigo de los sufrimientos de Cristo y, cuando él nos muestre toda su gloria, yo tendré mi parte. Esto es lo que les ruego:
Y, después de que ustedes hayan sufrido por un poco de tiempo, Dios mismo los sanará y los hará fuertes, firmes y estables. Él es el mismo Dios quien por puro amor los llamó para disfrutar de su gloria eterna por medio de Jesucristo.
Los saluda Juan, el líder de la iglesia. Esta carta va dirigida a todos ustedes, los que forman parte de la iglesia y a quienes Dios ha elegido como hijos e hijas. Los amo de verdad. Pero no solo yo los amo, sino todos los que han conocido la verdad.
Te saluda Juan, el líder de la iglesia. Esta carta va dirigida a ti, Gayo, querido hermano en la fe, a quien amo de verdad.