―Yo soy Gabriel y estoy a las órdenes de Dios —le contestó el ángel—. He sido enviado para hablar contigo y darte estas buenas noticias.
Hechos 13:32 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) »Nosotros les anunciamos a ustedes la buena noticia respecto a la promesa que Dios hizo a nuestros antepasados. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y nosotros también os anunciamos el evangelio de aquella promesa hecha a nuestros padres, Biblia Nueva Traducción Viviente »Y ahora nosotros estamos aquí para traerles la Buena Noticia. La promesa fue dirigida a nuestros antepasados. Biblia Católica (Latinoamericana) Nosotros mismos les traemos ahora la promesa que Dios hizo a nuestros padres, La Biblia Textual 3a Edicion Nosotros también os traemos las buenas nuevas de la promesa que fue hecha a los padres, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Nosotros, pues, os anunciamos que la promesa hecha a los padres, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y nosotros os anunciamos el evangelio de aquella promesa que fue hecha a los padres, |
―Yo soy Gabriel y estoy a las órdenes de Dios —le contestó el ángel—. He sido enviado para hablar contigo y darte estas buenas noticias.
Pero el ángel les dijo: «No tengan miedo. Miren que les traigo buenas noticias que serán motivo de mucha alegría para todo el pueblo.
Dios envió su mensaje al pueblo de Israel. Les anunció la buena noticia de la paz por medio de Jesucristo, que es el Señor de todos.
»Dios prometió que de los descendientes de David le daría a Israel un Salvador, que es Jesús.
»Por tanto, amigos israelitas, sepan que por medio de Jesús se les anuncia a ustedes el perdón de los pecados.
―Señores, ¿por qué hacen esto? Nosotros somos simples hombres, como ustedes. El mensaje que les anunciamos es para que dejen de hacer estas cosas. Nada de esto tiene valor. Busquen al Dios viviente, que hizo el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos.
Y ahora me juzgan por la esperanza que tengo en la promesa que Dios hizo a nuestros antepasados.
Por tanto, arrepiéntanse y vuélvanse a Dios, para que sean borrados sus pecados. Así vendrán tiempos de descanso de parte del Señor.
Y día tras día, en el Templo y de casa en casa, no dejaban de enseñar y anunciar la buena noticia de que Jesús es el Cristo.
Esta buena noticia es acerca de lo que Dios ya había prometido en las sagradas Escrituras por medio de sus profetas.
¿Y quién les predicará sin ser enviado? Así dicen las Escrituras: «¡Qué hermoso es recibir al mensajero que trae buenas noticias!».
En efecto, Dios prometió que le daría el mundo a Abraham y a sus hijos. Pero él no se ganó esa promesa por obedecer la Ley, sino por creer en Dios. Por esa fe fue declarado justo.
Dios adoptó como hijos a los israelitas, y a ellos les mostró su gloria. Con ellos hizo pactos y les entregó la Ley. Les dio además promesas y el privilegio de adorarlo.